Conseguir que los partos se produzcan durante el día es un factor que afecta a una mayor tasa de supervivencia de los lechones y a que se reduzcan los costes asociados con el parto. Las tradicionales inyecciones intramusculares PGF2 han tenido éxito en un 60 – 70% de los casos para la inducción del parto durante el día. Sin embargo, los investigadores Glen Cassar y Robert Friendship de la Univesridad de Guelph consideran que estos resultados son mejorables.

En un estudio realizado, han examinado diferentes dosis y combinaciones de prostaglandina F2a (PGF2a), hormona utilizada en la inducción al parto y de dexametasona, un esteroide que ayuda a reducir el estrés.

Para la investigación tomaron 124 cerdas a las que asignaron uno de cinco tratamientos diferentes: Los dos primeros usaron dos inyecciones de PGF2a en la vulva, con seis horas de intervalo, en unos volúmenes de 0,5 y 1 ml. Los dos siguientes tratamientos duplicaron las dos primeras inyecciones de PGF2a y también incluyeron una inyección de 20 mg de dexametasona con la segunda dosis de PGF2a. El último tratamiento fue de control, para comparar los efectos de PGF2a con y sin dexametasona.
Tras los tratamientos se observó el tiempo total de parto, el tamaño de la camada, el peso de los lechones y la tasa de supervivencia, con el fin de comprobar la efectividad de los tratamientos de PGFG2a y dexametasona.

No se observaron cambios en el tiempo de parto ni en las tasas de crecimiento de los lechones. Sin embargo, el 90% de las cerdas que recibieron 1l ml de PGF2a parieron a las 32 horas, con lo que los partos se produjeron durante el día, con lo que se pudo asistir a los animales sin complicaciones.

Con la dexametasona se esperaba reducer el estrés de la hembra y que estuviera más cómoda, pero los investigadores vieron que tuvo poco efecto.