26 de diciembre de 2003. En el sector lácteo de la Unión Europea, por todos es conocido que el mayor fraude por incumplimiento de la normativa que gestiona la cuota láctea se produce en Italia seguido de España.
Cuando en una industria el 20% de su materia prima se produce de forma ilegal, tarde o temprano, ese fraude produce otros fraudes y sale la financiación clandestina para otros sectores que blanquean su dinero y hacen a sus dueños propietarios de grandes fortunas, mientras el sector queda en la quiebra.
El sector lácteo español, desde hace 17 años que entramos en la UE, ha vivido y sigue viviendo en la ilegalidad, la industria láctea española, con el consentimiento o la pasividad de las diferentes Administraciones, ha promovido la producción de leche fuera de cuota, para tener una materia prima barata y el ganadero de vacuno de leche español – engañado por el comportamiento de las industrias y la Administraciones -, ha sido colaborador de este fraude sin tener conciencia de la realidad, básicamente por la información sesgada que ha recibido, que no le ha permitido ver que el mayor perjudicado por el incumplimiento de la cuota láctea es el propio Ganadero, siendo por el contrario, el mayor beneficiado la Industria Láctea.
Cuando se habla de un fraude de más de 10.000 millones de euros (casi dos billones de las antiguas pesetas) y el riesgo de perder su trabajo 36.500 personas empleadas en el holding de Parmalat, nadie habla de los ganaderos profesionales del sector productor, cuya leche de vaca es la materia prima que usa la Industria Láctea- Parmalat (CLESA en España) en este caso -, que cobran mes y medio después de entregar su leche, sin ningún tipo de contrato ni albaranes de entrega; sin saber cual será el precio a percibir, siendo responsable de la recogida de las muestras de la leche la propia Industria que luego según esa analítica efectuará el pago del mes, etc. , una precariedad totalmente fuera de lugar en cualquier sector económico y en el marco de una sociedad industrializada como es la europea. Pero esta es la manera medieval de actuar de la Industria Láctea.
Si las industrias de Parmalat hacen suspensión de pagos, éstas sumirán en la ruina a miles de ganaderos, muchos más miles de ganaderos que miles de trabajadores de la industria.
La industria láctea española, básicamente con la cobertura de la Administraciones Central y Autonómicas y con un Ministerio de Agricultura que desde que entramos en la UE (hace muchos años), sabe y tiene conciencia de este fraude, pero continúa sin querer que desaparezca el mismo y en cuanto baja la producción potencia de nuevo el fraude.
Tanto las Administraciones como la Industria Láctea española lo niegan todo, pero se ha visto como a través de algunos primeros compradores a su servicio tapan el fraude. Ahí tenemos el caso “El Churtal” con más de 78 millones de euros de fraude fiscal donde empresas como Puleva, Pascual, etc. pueden estar implicados y tengan que declarar en este presunto delito penal por fraude fiscal.
Sobre este tema FEPLAC viene luchando desde hace más de ocho años, denunciando al Gobierno español en Bruselas por permitir el fraude, denunciando a la Industria Láctea ante los Ministerios de Agricultura y Sanidad y otros organismos europeos. De todo lo cual siempre los medios de comunicación han tenido la información adecuada, pero como la industria láctea española gasta año tras año miles de millones en publicidad…, quién pone el cascabel al gato.
Ya es hora de que todos tomemos conciencia de este gran fraude y pongamos soluciones al problema.
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