Si se observa la evolución de los precios del trigo y el pan en la última década, (tal y como recoge la comparativa del gráfico que se adjunta en página 2), se puede concluir que la subida del precio del pan en el mes de enero no está directamente relacionada con el ascenso del valor del trigo panificable. Mientras que el pan ha experimentado una tendencia alcista desde 1995, el precio del trigo se ha mantenido estable, e incluso ha descendido en varias campañas.

Además, se ha de tener en cuenta que las subidas en el precio del trigo panificable no suponen más de un 5% en los costes de fabricación del pan, puesto que en la cadena trigo-harina-pan intervienen multitud de factores, ( energía, mano de obra, maquinaria, márgenes comerciales…), que influyen decisivamente en el coste de elaboración y consiguiente precio final de este alimento.

En condiciones normales un aumento de 5 céntimos por Kilo de trigo no debería suponer más de un aumento de 1 céntimo en un kilo de pan. Si de un kilo de pan se pueden elaborar 4 ó 5 barras, el aumento del precio del trigo en los márgenes mencionados anteriormente supondría un ridículo incremento de 0,2 céntimos por barra en el precio final de venta al público. A tenor de estos datos, es injustificable señalar al trigo panificable como culpable de la desproporcionada subida del pan de las últimas semanas (entre un 10 y un 20% según zonas y tipo de pan).

En el España la cosecha de cereales se ha situado en niveles muy similares a los del año anterior, 20 millones de toneladas, pero la escasa cosecha de la UE y la imposibilidad de importar desde otros países de la UE o Rusia y Ucrania, han presionado al alza en los precios de los cereales, que en los últimos seis meses han pasado de 0,12 euros a 0,19 euros/Kg. Esta situación ha influido en el precio del trigo panificable, que en este periodo ha aumentado un 25%.