Un Panel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha comunicado a las partes del litigio entre Brasil y Estados Unidos por las ayudas al algodón su dictamen preliminar, que favorece la postura brasileña de considerar las ayudas que EEUU distorsionadotas del comercio. No se espera que hasta el mes de junio se haga oficial este dictamen, que podrá ser recurrido.

Brasil presento a principio de 2003 una petición formal a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la formación de un Panel (tribunal comercial) que examine el régimen de ayudas al algodón de EEUU. Australia se unió con posterioridad a la postura de Brasil.

Las ayudas al algodón EEUU son en cierta medida similares a las que tiene actualmente la UE, aunque afectan a un volumen de producción mucho mayor, y básicamente consisten en los llamados loan deficiency payments por los que por una serie de procedimientos, los agricultores pueden percibir la diferencia entre un precio objetivo determinado políticamente y el precio de mercado. EEUU es el segundo productor y el primer exportador mundial de algodón, con una producción aproximada de 3,78 millones de Tm (de fibra) Brasil tiene una producción de 0,7 millones de Tm.

En el sector algodonero internacional tiene una capital importancia la situación en China, el primer productor mundial, que según como vengan los años es exportador o importador de algodón. En los últimos años está emergiendo, sin embargo, la figura de Brasil, la superpotencia agraria mundial, que hasta ahora no tenía un gran peso en el sector algodonero, pero que lo está tomando a raíz del importante incremento de su producción y de su gran capacidad de continuar creciendo en este sector.

Según la empresa norteamericana Dunavant, Brasil tiene el potencial suficiente para doblar su producción de aquí a 2010 pasando de los actuales 5 millones de balas (1,23 millones de Tm) a 9,5 millones (2,34 millones de Tm), incrementando sus exportaciones de las actuales 1,5 millones de balas (0,37 millones de Tm) a 6 millones (1,48 millones). Para poder incrementar la producción de esta forma, Brasil debería superar una serie de problemas de infraestructura y transporte de la misma manera que lo ha hecho ya en el caso de la soja.