Toledo, 6 de julio de 2004.- El secretario regional de COAG-IR en Castilla-La Mancha, Antonio Castellanos considera que a la hora de trasladar a una normativa nacional la reglamentación comunitaria sobre ecocondicionalidad debe hacerse de manera que no suponga más trabas innecesarias para los profesionales del campo.

Los responsables de esta organización agraria han expuesto ante la Consejería de Agricultura del Gobierno regional y ante el Ministerio, la necesidad de revisar algunos de los requisitos del borrador que en estos momentos se estudia con el fin de adaptarlos a las posibilidades reales de los agricultores y ganaderos. De igual forma, ha pedido que no se incluyan en la normativa requisitos adicionales cuyo efecto positivo sobre el entorno no esté demostrado.

COAG-IR ha elaborado un documento en el que describe sus observaciones a la propuesta de medidas de ecocondicionalidad de la PAC presentada por el Ministerio. Según la organización agraria, algunas de las exigencias que se estudian supondrán para los agricultores una inasumible carga económica en algunos sectores.

Asimismo, alerta sobre el peligro de aplicar prohibiciones radicales que puedan afectar a cultivos en zonas desfavorecidas, cuya imposibilidad de acceso a ayudas comunitarias supondría la desaparición de dichos cultivos.

Según los responsables de COAG-IR, los requisitos acerca del laboreo en pendiente, del mantenimientos de las tierras en barbecho o no cultivadas, la gestión de los residuos y productos fitosanitarios, o las exigencias para algunos cultivos leñosos y herbáceos, deben ser matizadas con el fin de facilitar a los agricultores su cumplimiento.´

Por último, COAG-IR considera que la entrada en vigor de las exigencias de ecocondicionalidad debe ser simultánea a la puesta en marcha de las ayudas para el cumplimiento de las mismas y de los servicios de asesoramiento al agricultor y ganadero, cuestiones ambas que también están previstas en la reglamentación comunitaria.