La destrucción programada de un campo de maíz OMG el pasado domingo en Gers por el grupo de desobediencia civil “faucheurs volontaires”, promovido por el líder antiglobalización José Bové, no pudo llevarse a cabo, debido a la actuación de un centenar de policías que tuvieron que emplear materia antidisturbios en la defensa del campo de maíz. Se trata de la primera vez que la policía impide las actuaciones de este grupo, que hasta ahora había saqueado campos con impunidad.

En relación con este hecho el sindicato agrario Confederation Paysanne ha denunciado “la actuación policial al servicio de las biotecnologías” reiterando su apoyo al grupo fundamentalista.

Por otra parte, la Confederación de Semillistas de Francia (CFS), el Grupo Interprofesional de Semillas (GNIS) y la Asociación de Empresas de Protección vegetal (UIPP) han emitido un comunicado conjunto sobre la cadena de acciones de destrucción de campos de experimentación por parte de los grupos antibiotecnología, demandando protección por parte de los poderes públicos. En el comunicado titulado “¿Debemos dejar aniquilar los OMG que suponen beneficios para los agricultores, los industriales y los consumidores? se recuerdan los beneficios para la salud y el medio ambiente de las variedades biotecnológicas.