El tipo de suelo sobre el que están las vacas es muy importante, dado que influye de gran manera en posibles daños a las pezuñas. La Organización Holandesa para la Investigación Científica ha llevado a cabo una investigación con 7.500 vacas lecheras en diferentes tipos de suelos. Se ha comprobado que cuatro de cada cinco vacas que están en suelo de cemento sufren de diversas dolencias en las pezuñas. Por el contrario, las vacas que cuentan con una cama de paja tienen menos afecciones, porque el suelo está más seco y más acolchado.

El tipo de suelo también influye en la forma de andar de los animales. En patios con suelo de paja, en más del 80% de los casos, las vacas andaban normalmente. Menos de un 1% presentaban alguna cojera.

Por el contrario, en suelo de cemento, un 30% de los animales analizados tenían algún tipo de cojera. Un 45% andaban con alguna anomalía en los cuartos traseros. Estos problemas son tanto por dolencias en las pezuñas como por la dureza del suelo.