Un equipo de científicos de Israel y Alemania han logrado obtener por primera vez fibras de tela de araña autoensamblables a partir de cultivos de células de insecto transformadas genéticamente.

La tela de araña es un material de gran un gran valor potencial para muchas aplicaciones industriales, pero hasta ahora nunca se ha podido obtener dada la gran dificultad de su obtención práctica a una escala comercial. La obtención a partir de organismos OMG es una posibilidad que tampoco ha tenido demasiado éxito hasta ahora, a pesar de haberse obtenido organismos como bacterias, plantas o rumiantes con genes de telaraña, debido a que a pesar de producirse la proteína de la seda en estos organismos, no se ensambla en hilos igual que la seda de araña natural.

Ahora se obtenido fibras en laboratorio iguales que las naturales en cultivos celulares de Spodoptera frugiperda, la oruga militar que es una plaga del maíz, transformada genéticamente con dos genes de la araña de jardín (Araneus diadematus), que se introducen utilizando como vector un baculovirus.

Algunas aplicaciones que se vislumbran para una eventual producción de seda de araña son la fabricación de chalecos antibalas ultraligeros, seda quirúrgica ultrafina, microconductores, fibra óptica, e incluso nuevos tipos de prendas de vestir.