Cáceres a 27 de marzo de 2006. El sector del cerdo ibérico ha estado luchando durante años para que los numerosos fraudes que se producian quedaran acotados y fueren perseguidos por las autoridades competentes.
Ha sido un clamor contra piezas de animales procedentes del este de Europa que con una cierta semejanza, sobre todo los procedentes de Hungría , eran vendidas como de si nacionales fueran.
La aprobación de la norma fue un principio la satisfacción del sector al ver que los elementos fundamentales que se perseguían se habían conseguido. Pero una vez mas se ha demostrado que una cuestión son los objetivos y otra su consecución.
Lo peor de todo ello es que un sector tradicional y vital para la economía extremeña se esta poniendo al borde del abismo y nuestras autoridades una vez mas se ponen a mirar hacia otro lado.
La norma de calidad aprobada solo y hasta la fecha ha conseguido uno de los objetivos que en ella se trataban de alcanzar y es que para que las piezas fueran consideradas como ibéricas habían de proceder obligatoriamente de animales cuyas madres fueran ibéricas puras. Este es el único objetivo conseguido y desgraciadamente y como es habitual a costa del bolsillo de los ganaderos que son los que producen lechones.
En todo lo demás y salvo raras excepciones la norma sirve de base para un autentico fraude.
Esta norma ha conseguido por ejemplo que los grandes operadores del sector y nos estamos refiriendo a empresas catalanas y murcianas estan en condiciones de sacar al mercado jamones y paletas ibéricas de bellota sin tan siquiera haberlas probado, dado que la norma considera tales piezas con el único requisito de pasar controles analíticos que lógicamente estan pasando pues para ello formulan piensos que cumplen esas características.
También esta norma esta consiguiendo sacar al mercado piezas procedentes de animales hacinados en pequeñas superficies cuyas características organolepticas en nada tienen que ver con el buen saber del tradicional ibérico. Son animales sometidos a procesos de engorde intensivos que son sacrificados con escasamente siete u ocho meses y que estan arruinando al sector tradicional.
Hay un elemento fundamental que esta norma esta atacando, y es que en modo alguno protege el ecosistema natural de crianza y elaboración del ibérico cual es la dehesa. No se protege la misma y no se distingue los animales criados en ella de los de fuera, pese a las grandes diferencias que existen.
En este punto destacar las incongruencias de la Junta de Extremadura. A nuestros políticos se les llena la boca el hablar de la dehesa pero no hacen nada por ella. Llevamos años pidiendo ayudas especificas para la misma del mismo modo que Portugal se las concede a sus dehesas. Aquí nada de nada. Todos los años nos prometen PACTOS POR LA DEHESA, PROGRAMAS AGROAMBIENTALES, LUCHAS CONTRA LA SECA,AYUDAS PARA EL DESCUAJE, ETC. Y a la hora de la verdad nada de nada.
ASAJA solicita la elaboración de una nueva norma de calidad, dado que las modificaciones de la actual la estan haciendo un cuento desvergonzado.
La Nueva Norma de Calidad debería de tener como mínimo las siguientes consideraciones.
La consideración de IBERICOS únicamente a los animales procedentes de madres ibéricas puras. Avisar a la Junta de Extremadura que hay alguna empresa que se dice extremeña que además ha recibido cuantiosas subvenciones de nuestra junta, del fraude que esta cometiendo al etiquetar como ibérico piezas procedentes de animales que no lo son según la norma. Es intolerable
que haya tenido que ser la Comunidad de Madrid la que haya puesto en conocimiento de la Junta este posible fraude, y aquí estemos calladitos por que la empresa sea de algún amiguete.
La prohibición de ser considerados como ibéricos de productos de animales que no tengan en el momento del sacrificio un mínimo de 12 meses. Estamos poniendo actualmente a disposición de los consumidores carnes con características que en nada tiene que ver con los tradicionales y sabrosos productos que siempre han elaborado los industriales artesanos.
La eliminación de la analítica como elemento determinador de las características de las piezas.No podemos seguir consintiendo que puedan calificarse como bellotas animales criados en Barcelona y Murcia que no han visto las bellotas ni en fotografías.
La determinación del ámbito geográfico de produccion del cerdo ibérico. Es una exigencia que el Ministerio, la Junta de Extremadura, la Junta de Andalucía y la de Castilla y León consigan limitar la produccion del ibérico a las áreas de la dehesa. De lo contrario al cabo de unos años la dehesa desaparecerá con las graves consecuencias que tendrá para nuestro medio ambiente.
El establecimiento de sistemas de certificación e inspección que funciones bajo el amparo de los sistemas de calidad. A fechas actuales es vergonzoso salvo honrosas excepciones como las entidades de inspección y certificación están actuando emitiendo certificados como “si fueran churros”.
Y si desgraciadamente no son capaces de obtener estas mínimas exigencias, ahora que gobiernan tanto en Madrid como en nuestra region,o bien van cerrando las explotaciones o desgraciadamente los productores e industriales habrán de salirse de la norma de calidad para ampararse en exclusiva en las Denominaciones de Origen que ya se lo estan planteando ante el elevado fraude consentido que se esta provocando.
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