“Las cooperativas agrarias merecen el máximo apoyo de todas las Administraciones”. Con esta frase, José Valín, consejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León, glosó hoy, en la jornada dedicada al Cooperativismo en la Feria de Muestras de Valladolid, el apoyo institucional que el gobierno autonómico brinda al sector cooperativo, del que se habló con entusiasmo en la mesa redonda auspiciada por Urcacyl bajo el lema “Evolución del cooperativismo agrario y estrategias de futuro”.
El futuro de las cooperativas pasa por ganar en dimensión, ya sea integrando cooperativas, concentrando o fusionando. También es indispensable ser competitivas; diversificar actividades; elaborar producto propio; mejorar la gestión e invertir en cauces comerciales. Esas son las conclusiones de la mesa redonda celebrada esta mañana. Y también son esas las soluciones a la complicada coyuntura actual del sector agrario como la globalización de mercados, la consiguiente internacionalización de productos, las reformas de la PAC y la OCM, las normativas exigentes; las nuevas demandas de los consumidores, etc
José Valín, que inauguró el evento, afirmó que el desarrollo rural ha de ir orientado al mantenimiento del sector agrario, y se comprometió a financiar el Plan Estratégico del Cooperativismo que prepara Urcacyl, y también a apoyar proyectos concretos que busquen la concentración de cooperativas y la diversificación de sus productos y servicios.
Por otra parte, Ricardo Martín, presidente de Urcacyl, que ejerció de moderador del acto, señaló que “las cooperativas somos empresas y como tales hemos de actuar en un mercado competitivo, dejando de ser como ONGs, y convirtiéndonos en empresas eficientes”.
Carmen Suárez, directora general de Industrialización y Modernización Agraria, en su turno de palabra esbozó un panorama optimista para el mundo cooperativo. De hecho, ilustró la pujanza del sector con cifras: las cooperativas agrarias de nuestra comunidad facturan 2.700 M euros anuales; el 15% de las cooperativas registradas son industrias agroalimentarias; Castilla y León ocupa el tercer puesto en el ámbito nacional en importancia de dicha industria (tras Cataluña y Andalucía); además, en nuestra comunidad es la segunda industria más potente, sólo por detrás de la de automoción, siendo 100% capital regional e insertadas en el medio rural, sin peligro de deslocalización. “No se puede entender el panorama agroalimentario regional sin cooperativas”, añadió, para luego apostillar que aún así las cooperativas deben replantearse, entre otras cosas, su eficiencia de costes y reforzar la comercialización para dar respuesta a los grandes retos del sector.
Carlos Gómez Oñate, subdirector de Economía Social de la dirección general de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, puso el énfasis en la necesidad de las cooperativas de ganar dimensión, ya sea fusionando servicios, plataformas, redes de transporte o ellas mismas como sociedades. “Hay que operar como mayoristas en origen y en destino –señaló-, y tampoco hay que olvidar que es básico informar e integrar al socio en los procesos de fusión. Sólo así tendrán éxito. Y una vez la cooperativa esté dimensionada, tendrá mejor posición para acceder a los mercados internacionales, invertir en I+D+i, etc”.
En su alocución, Eduardo Baamonde, director de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE), explicó que el sector agrario no es hoy en día el mejor negocio en que se pueda invertir, y que precisamente por eso tenía que regirse por la eficiencia “para poder ganar un poco de dinero, o al menos no perderlo”. Aún así, la facturación de las cooperativas agrarias españolas –dijo- tiene una evolución positiva, aunque arroja cifras muy pobres comparadas con las cooperativas europeas. “Las primeras 25 cooperativas españolas representan el 23 % de la facturación; de hecho son grandes sociedades, aunque ellas son conscientes de que no lo suficiente para moverse en el mercado internacional”. Otro factor esencial, según Baamonde, es tener en cuenta las exigencias y gustos del consumidor a la hora de elaborar un producto, so riesgo de fracasar. Y, no menos importante, contar con un eficaz equipo de técnicos en las cooperativas. Eso, sumado a una política de alianzas o fusiones, a una optimización de recursos y a una correcta organización de las campañas comerciales son las claves del éxito.
El último ponente de la mesa redonda fue Jerónimo Lozano, director de Urcacyl, quien recordó que la misión de las cooperativas es promover y generar riqueza; que las cooperativas están amparadas por la Constitución española y por algunos Estatutos de Autonomía, entre los que esperaba contar al de Castilla y León, actualmente en reforma; y que las cooperativas están cada vez más profesionalizadas, sirviendo de ejemplo el dato de que el 35% de las castellanas y leonesas elaboran productos propios. Sin embargo, añadió que las cooperativas necesitan ofrecer una nueva imagen al ciudadano, con mayor presencia mediática, y que las más grandes deben abanderar a las pequeñas en los retos que se avecinan; de los cuales Urcacyl hará un compendio en el Congreso Regional de Cooperativismo Agrario que celebrará en Burgos el 26, 27 y 28 de febrero de 2007.
Por último, Ricardo Martín finalizó ensalzando la labor de las cooperativas, de las que dijo que proveían el mercado de “alimentos sanos y fiables mejor que ninguna otra industria”.
Urcacyl, 6 de septiembre de 2006
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