Madrid, 18 de mayo de 2007. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) valora positivamente la decisión del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación de no autorizar las importaciones de arroz para esta campaña tras analizar la situación como se acordó en la última reunión en el mes de marzo y como venía exigiendo la organización. El Director general de Agricultura del MAPA, Francisco Mombiela, ha mantenido una reunión esta mañana con el sector productor, donde ha estado el responsable del sector de UPA, Miguel Leal, y se ha comprometido a no aceptar la petición del grupo Puleva de importar 100.000 toneladas de arroz.

Esta decisión ha sido tomada tras analizar la campaña que ahora comienza en España. Andalucía reducirá su siembra al 50% pero Extremadura aumentará en unas mil hectáreas, aunque si valoramos los datos a nivel europeo esta bajada del 50% en Andalucía se traduce en una bajada de producción europea de tan sólo el 5%, por lo que no podemos hablar de que en Europa o en España se vaya a producir un desabastecimiento, como alega Arrocería HERBA (grupo Puleva) para que se aprobaran las importaciones de arroz.

Recordemos que el Ministerio había paralizado las importaciones hasta ver las previsiones en el comienzo de campaña. Hoy se ha realizado esta valoración junto con el sector y la decisión del Ministerio ha sido contraria a la importación. UPA cree que es muy oportuna la decisión del Ministerio de no aceptar las importaciones ya que no se dan las condiciones para que por desabastecimiento se tengan que importar arroz que lo único que provocaría sería la caída de los precios que únicamente le benefician a la industria y nunca al productor ni al consumidor.

El pasado 16 de marzo UPA acusaba al grupo PULEVA, de presionar al Gobierno para autorizar la importación de unas 100.000 toneladas de arroz procedente de Asia alegando desabastecimiento cuando la pasada campaña esta industria no compró arroz en Extremadura y Andalucía (principales productoras de arroz nacional). Con esta medida Puleva pretendía especular con el producto, y perjudicar a los productores adquiriendo fuera de tiempo arroz a arancel cero de países asiáticos que son un 40 por ciento más barato que el producido en el país, y de este modo distorsionar el mercado en su favor. El Ministerio no aceptó esa importación hasta el mes de mayo donde valoraría la situación de la campaña.