En abril de 2007, primer mes de la campaña 2007/08, el precio medio en la UE fue un 2,1% más alto que en el mismo mes del año anterior, llegando a los 26,46 €/100 kg. De esta forma, termina la tendencia a la baja en los precios de la leche que ha sido la característica de los dos últimos años, de acuerdo con el informe de la European Dairy Farmers.

La mayoría de las principales industrias lácteas de la UE han elevado sus precios al inicio de la campaña, en relación con el año anterior. Solo la sueco danesa Arla y la finlandesa Hameenlinnan Osuusmeijeri, mantienen cotizaciones semejantes a las del año pasado. La británica First Milk, las ha reducido. Para mayo y junio, también están previstos futuros aumentos. Por ejemplo, el anticipo calculado por la holandesa Friesland Foods para el mes de junio es 1,48 €/100 kg superior al del año pasado.

A parte de la belga Milcobel, los precios irlandeses han sido los más elevados de todos, lo que no es sorprendente si se tiene en cuenta que la industria láctea irlandesa es muy dependiente de productos como mantequilla y leche en polvo, que han tenido un importante aumento de precios.

No obstante, los ganaderos de EEUU y Nueva Zelanda han tomado más ventaja de la boyante situación de mercado, que sus homólogos comunitarios. Por ejemplo, Fonterra ha estimado una previsión de precios para la campaña 2007708, un 27% más elevada que en la campaña anterior.

La buena situación del mercado lácteo mundial se debe a una creciente demanda, que excede las disponibilidades de oferta, especialmente en lo que se refiere a mantequilla y leche en polvo. Sin embargo, esta bonanza solo se ha reflejado parcialmente en los precios de los ganaderos de la UE. Por un lado, debido a la eliminación de las restituciones a la exportación y ayudas internas de la UE, y por otro, porque los productos como el queso y la leche líquida son los motores del precio de la leche en la UE.