Los granos de cereales que se proporcionan a los pollos en su alimentación, frecuentemente se encuentran contaminados con fusarium que producen micotoxinas. Altos niveles de micotoxinas pueden provocar problemas reproductivos e intestinales en las aves.
Investigadores de la Universidad de Guelph han encontrado que una fibra natural encontrada en las levaduras puede utilizarse para eliminar las micotoxinas de los granos de cereales. Esta fibra se llama absorbente de micotoxina glucomano polimérico (GMA por sus siglas en inglés), sustancia que en pequeñas cantidades puede incluirse en la dieta de los pollos.
El GMA se encuentra en la membrana interna de las células de levadura. Se obtiene cultivando las células y secándolas. Su adición no afecta al valor nutricional del alimento, dado que solo se precisa 2 kg de GMA por tonelada de grano.
El GMA es una molécula grande, no digerible por el ave, que pasa sin dañarse a través del intestino del ave. Tiene ramificaciones con terminaciones cargadas eléctricamente, pudiendo atraer a partículas con cargas opuestas. En los jugos digestivos de los pollos, las micotoxinas se cargan y se pegan a los GMA como imanes. Los pollos pueden excretar las micotoxinas en las heces. Sin los GMA, las micotoxinas entrarían en el torrente sanguíneo.
Los investigadores comprobaron que las aves que habían consumido micotoxinas ponían menos huevos, las cáscaras eran más finas, provocándoles pérdidas de humedad en la incubadora. Se comprobó que murieron casi cinco veces más embriones de pollo cuando las ponedoras se les alimentaban con grano contaminado con Fusarium que, cuando además del grano con Fusarium, se proporcionaba GMA.
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