Investigadores neozelandeses han logrado cebollas sin la propiedad de irritar los ojos y causar el lagrimeo, que podrían ser comerciales en la próxima década. Estas cebollas se han obtenido por un método de “silenciado” de ARN desarrollado por la institución pública de investigación australiana CSIRO.

Utilizando esta técnica que permite activar o desactivar la expresión de genes concretos se ha logrado inactivar la enzima llamada factor lacrimal sintetasa, que cataliza la producción del componente azufrado llamado oxido-S-propantial, que es el que causa la irritación. Este factor es independiente del sabor de la misma, por lo que estas cebollas mantienen sus propiedades organolépticas.

La cebolla es una hortaliza de amplio consumo con cualidades nutritivas saludables, siendo en muchos países una importante fuente de fibra dietética.