El Tribunal de la Competencia británico ha realizado un nuevo avance en la investigación que inició en septiembre pasado sobre posible fijación de precios entre industrias láctea y distribución. La láctea Lactalis McLelland ha llegado a un acuerdo con el Tribunal, reconociendo la concertación de precios, con lo que consecuentemente la industria tendrá una reducción en la penalización aplicada.

La investigación todavía continúa con dos empresas de distribución, Morrisons y Tesco. Dichas compañías, al no beneficiarse de la reducción de la penalización por no haber cooperado en la investigación, podrían enfrentarse a multas de hasta el 10% del volumen anual de ventas.

En diciembre pasado, otras empresas investigadas en el mismo proceso también reconocieron que llevaron a cabo prácticas ilegales de fijación del precio de la leche y otros productos lácteos durante los años 2002 y 2003. Se trataba de las industrias lácteas Dairy Crest, The Cheese Company y Wiseman y las cadenas de distribución Asda, Safeway y Sainsbury’s.

Arla, que también fue una de las industrias lácteas investigadas, se escapó de la multa, debido a que se le aplicó el principio de indulgencia. Dicho principio establece que si la empresa está la primera de la lista de investigados y reconoce y descubre toda la trama, puede recibir una reducción de la multa de hasta un 100%.

El acuerdo de precios investigado puede haber supuesto al consumidor un coste extra de 375 millones de euros, según los datos del Tribunal. El consumidor británico habría estado pagando un extra de 7,4 céntimos de € por litro de leche, de 93 céntimos por kg de queso y de 47 céntimos por cuarto kg de mantequilla.