Madrid, 20 de noviembre ´08. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG, se opone frontalmente a la reforma de la PAC aprobada hoy por el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE ya que hipoteca el futuro del campo y la soberanía alimentaria de Europa.
COAG rechaza el radical recorte en las ayudas directas ya que, al tijeretazo del 10% se une la congelación de los mismas hasta 2013, por lo que con el efecto de la inflación, el recorte total se puede cifrar en torno al 35%, algo inasumible para la débil rentabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones agrarias. En el capítulo lácteo, la eliminación de las cuotas lácteas en 2015 y el aumento anual del 1% hasta 2103 aprobado supone la puntilla para el sector en nuestro país. La experiencia nos dice que un aumento lineal la cuota se traduce en precios de la leche en el campo por debajo de los costes, ya que, como ha ocurrido en España, los países con más cuota, caso de Francia, inundan al resto con sus excedentes a bajo precio.
Y es que el texto aprobado sigue en la línea del desmantelamiento de la única política común de los 27, profundizando en las principales medidas que sirvieron de base en la reforma de la PAC de 2003: liberalización, desregulación, desacoplamiento de las ayudas (no ligadas a la producción) y recortes de los apoyos para el sector agrario. La experiencia ha hecho visibles las negativas consecuencias que este patrón está teniendo para agricultores y consumidores: el precio de los productos básicos se ha disparado, provocando problemas de acceso a los alimentos para la mayoría de la población. Al mismo tiempo, los agricultores y ganaderos reciben precios que no les permiten cubrir los costes de producción ( que en el último año han subido de media más de un 60%), de ahí que muchos estén abandonando una actividad que es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos.
“Como productores y ciudadanos nos indigna pensar que la alimentación, pilar básico para un desarrollo sostenible, pueda quedar en manos de un mercado desregulado y de las importaciones de terceros países. Es una especie de vuelta al Paleolítico, en donde la alimentación no dependía de los cultivos sino del azar”, ha apuntado con preocupación Miguel López, Secretario General de COAG.
La ineficacia de la actual PAC para controlar los desequilibrios de los mercados agroalimentarios ha puesto de manifiesto que es necesario, hoy más que nunca, un modelo social y profesional de agricultura que asegure precios justos para los productores y alimentos de calidad a precios razonables a los consumidores europeos. En este sentido desde COAG consideramos que:
– La alimentación debe ser considerada un asunto estratégico para el conjunto de la sociedad y así se explica la necesidad de políticas públicas para mantener un modelo social de agricultura y alimentación. Sectores básicos que deben ser protegidos en la UE y en nuestro país para evitar la dependencia del exterior, el encarecimiento de los alimentos al consumidor y el abandono de la actividad agraria.
– La consolidación de los pagos desacoplados de la producción no pueden legitimarse ni económica, ni socialmente. Son un instrumento pensado exclusivamente para favorecer la reconversión y abandono del sector agrario, al servicio de la especulación y el absentismo en perjuicio de los agricultores profesionales. No podemos permitirnos perder más agricultores y ganaderos, por lo que es imprescindible un cambio fundamental en el apoyo público: los pagos desacoplados deben transformarse en una ayuda al activo agrario por la actividad agraria desarrollada, ya que esta actividad es el elemento esencial que define al agricultor y ganadero.
– Nuestro futuro se decide en gran parte en el ámbito de los precios y los mercados. La UE debe cambiar su política neoliberalizadora radical de abandono de la regulación de mercados y debe reinstaurar los mecanismos que eviten la fluctuación de los mercados agrícolas y garanticen unos precios a los agricultores que superen sus costes de producción. Todas las regiones del mundo tienen el derecho a garantizar su modelo de agricultura y alimentación en el marco de la soberanía alimentaria.
– La UE también ha rechazado la prórroga de las ayudas acopladas a la producción del tabaco hasta el 2013 lo que supone la sentencia de muerte para este sector. El cultivo del tabaco supone más de 3.500 empleos directos y casi 1,5 millones de jornales, a los que hay que sumar otros 400.000 jornales en empresas de transformación y servicios. Extremadura supone el 92%de la producción y los pueblos de vega granadina en torno al 6%.
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