El Centro de Investigación de las Condiciones de Vida de Francia (CREDOC) ha publicado un estudio en el que se señala la tendencia a que el vino sea percibido por el consumidor cada vez más como un producto de ocasiones especiales y festivas, en lugar de ser un producto de consumo corriente, como era hasta hace poco.

Además el vino es percibido en mayor medida como una bebida alcohólica más, con los riesgos inherentes a este tipo de bebidas. Según la encuesta, un 51% de los franceses consideraría al vino como un producto alimentario con riesgos para la salud, un aspecto en el solamente estaría por detrás de la charcutería a la que un 71% considerarían como el tipo de alimento de mayor riesgo.

Estos resultados suponen un cambio muy importante de la actitud de los consumidores franceses hacia el vino, ya que en la misma encuesta realizada en 2003, solamente un 26% lo consideraban como un alimento de riesgo. El consumo de vino en Francia ha descendido de una media de 103 litros en 1975 a 55,4 litros en 2005, prácticamente la mitad.