Las emisiones de amoniaco de los estiércoles de terneras alimentadas con dietas con alto contenido en concentrado no se diferencian de las emitidas por los estiércoles de terneras alimentadas con dietas de bajo contenido en concentrados. Así lo ha demostrado una investigación llevada a cabo por la Universidad del Estado de Pennsylvania tras examinar el efecto de raciones con diferentes concentraciones de forraje en las emisiones de terneras alimentadas con ensilado de maíz como única fuente de forraje. Los resultados del estudio se han publicado en el número de noviembre de Journal of Dairy Science.

En los experimentos, los investigadores alimentaron las terneras, bien con una dieta con baja cantidad de concentrado (77% de ensilado de maíz y 23% de concentrado) o con una dieta con una alta cantidad de concentrado (33% de ensilado de maíz y 67% de concentrado). Todas las terneras fueron alimentadas para obtener la misma tasa de ganancia diaria.

Ambas dietas resultaron en cantidades similares de volatización de amoníaco procedente de estiércoles que se acumulaban en el suelo de los establos. No obstante, se observó que las dietas con mucho concentrado había una tendencia a producir menos volatización de amoníaco. Una posible explicación es que los animales al ingerir menor cantidad de materia seca en dieta con alto concentrado, generaban menos estiércoles.

En otro experimento, los investigadores añadieron cultivo de levaduras a las dietas de alto y bajo concentrado. Las emisiones de amoníaco fueron mayores por unidad de estiércol para las terneras alimentadas con dietas con alto concentrado y cultivo de levaduras. Sin embargo, las emisiones diarias totales de amoníaco de los estiércoles de terneras con alto concentrado no diferían de las emisiones de estiércoles de terneras de bajo concentrado.

El estudio prueba que la dieta puede adaptarse para influir en la cantidad y composición de los estiércoles y por tanto, en las emisiones de amoníaco resultantes.