Las autoridades sanitarias holandesas han llevado a cabo recientemente, una investigación en ovejas y cabras de seroprevalencia (presencia de anticuerpos) contra la bacteria Coxiela Burnetti responsable de la Fiebre-Q, aprovechando un análisis rutinario para brucelosis. Según dicha investigación, el porcentaje de cabras y ovejas con anticuerpos de la fiebre-Q es mucho más bajo de lo esperado. En las ovejas se constató que sólo el 3% tenía anticuerpos de la bacteria, frente al 8-10% de las cabras. Estos porcentajes no indican que el contacto con la bacteria haya sido reciente ya que también podrían haber pasado varios años.
Sin embargo, la situación en humanos presenta un panorama diferente. Mientras que hasta 2007, la media era de unas 15 personas contagiadas al año, en 2008 se disparó la cifra, convirtiéndose en una endemia con más de 600 contagios constatados hasta agosto. En algunos casos se ha llegado a producir la muerte de los enfermos.
La administración holandesa pretende reducir los casos de personas enfermas por Fiebre Q en 2009, por lo que se ha exigido que todas las explotaciones de cabras y ovejas lecheras tienen que cumplir obligatoriamente un nuevo protocolo de higiene. Dicho protocolo, que ya está implementado desde el pasado febrero, debe aplicarse en todas las explotaciones de cabras y ovejas, independientemente de que la enfermedad se haya constatado ó no. Consiste en medidas de higiene en general, y normas específicas en relación con el almacenamiento, transporte, aplicación del estiércol y el periodo de alumbramiento y cría.
Además, las explotaciones tendrán que comunicar a la administración, de manera obligatoria, cualquier evento relacionado con la fiebre-Q, como por ejemplo un número de abortos por encima del 5%. En las explotaciones en las que se haya constatado la presencia de la fiebre Q se prohibirá la evacuación y esparcimiento del estiércol, así como las visitas al establo, salvo las de aquellas personas que por su empresa o profesión estén directamente relacionados con el mismo.
Consecuencia de la aplicación de este protocolo, ha sido la aparición de nuevos casos de sospechas de brotes, como el recientemente sucedido a primeros de marzo, aún pendiente de confirmar, en una granja de cabras de leche en Overijssel, donde al parecer venían sucediéndose casos abundantes de abortos.
También se ha impuesto un protocolo vacunal para 2009 para ovejas y cabras lecheras, definiéndose zonas de actuación tanto obligatorias como voluntarias. Dentro de las zonas obligatorias, la administración correrá con todos los gastos, tanto de adquisición de las dosis como los veterinarios necesarios para su aplicación. En las zonas voluntarias, sólo serán remunerables los costes de las vacunas. Las explotaciones con menos de 50 animales o sin función comercial (como granjas infantiles) entrarán siempre en la categoría voluntaria. Las explotaciones que hayan padecido algún brote de la enfermedad desde 2005, entrarán siempre en la categoría obligatoria, según publica el Boletín Exterior del MARM.
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