Los granos de maíz pueden estar afectados por el hongo Aspergilus, que produce aflatoxinas, las cuales pueden afectar a la productividad y sanidad del ganado que lo consumen, incluso llegando a provocar su muerte. Por este motivo, es muy importante que el ganadero controle el nivel de aflatoxinas que tiene el maíz que da a sus animales.
Investigadores de la Universidad de Dakota del Sur (EEUU) han comprobado que el grano entero no tiene el mismo nivel de aflatoxinas que el grano partido y que varía la presencia de la toxina según la profundidad con que se coja la muestra en el depósito.
En la investigación, se tomaron muestras en un depósito a una profundidad de 90 cm, 2,7 m y 4,5 m. En cada muestra se separó la fracción de grano entero de la de grano partido.
Los resultados mostraron que la concentración de aflatoxina en los granos enteros eran entre un 86-89% más baja que en los partidos. También se comprobó que las muestras que se tomaron a 90 cm de profundidad tenían una concentración de aflatoxinas más elevada.
Por este motivo, los científicos recomiendan que cuando el ganadero muestree el grano es importante tomar varias muestras a diferentes profundidades. También es aconsejable separar las fracciones de granos enteros y finos, para retirar estos últimos, en el caso de un maíz muy contaminado.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.