Resultados de estudios por científicos del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS) han confirmado que la práctica común de enmendar los suelos agrícolas con el estiércol del ganado también puede ayudar a restaurar los suelos en las tierras dañadas por la minería.

Los investigadores analizaron si agregar un compost de estiércol de ganado bovino al suelo en zonas afectadas por la minería podría proveer el carbono necesario para mantener una cubierta sana de vegetación. También se quiso determinar si el compost podría reducir los niveles de plomo y zinc que podrían contaminar el agua de escorrentía durante las lluvias fuertes.

En el estudio, el grupo enmendó suelos en parcelas experimentales de zonas mineras 20 o 120 tn del compost del estiércol del ganado bovino por acre, y estableció un cultivo de cobertura del césped Panicum virgatum en todas las parcelas. Luego tomó muestras del suelo cinco veces durante el estudio de dos años.

Después de dos años, los suelos en las parcelas que recibieron los niveles más altos del compost tuvieron aumentos significativos del pH, la cantidad del fósforo disponible a las plantas, la cantidad total de nitrógeno, y las cantidades del carbono y del agua disponible a las plantas. Las enmiendas con niveles altos del compost también ayudaron a aumentar la biomasa microbiana y la actividad enzimática en el suelo, junto con el potencial para la nitrificación, los promueven las condiciones favorables para el establecimiento y el crecimiento de plantas.

Las tasas altas del compost también redujeron la disponibilidad de plomo y zinc en el suelo en aproximadamente el 90%, y esta actuación podría reducir la cantidad de plomo y zinc disponible para contaminar las vías fluviales cercanas. Ya que los niveles altos del zinc biodisponible inhiben el crecimiento de plantas, esta enmiendas ayudan a romover el establecimiento de una cubierta vegetal que minimiza el escurrimiento y la erosión del suelo.

El grupo publicó sus hallazgos en la revista ‘Applied Soil Ecology’ en el 2011.