Durante la temporada de caza se capturaron en Cataluña 35.364 jabalíes según los datos que se recogen en la Memoria anual de caza que elabora el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural. El jabalí, la especie de ungulado más abundante, ha alcanzado un nuevo máximo histórico de capturas con una tendencia de incremento en todas las demarcaciones excepto en las comarcas de Tarragona.
El Departamento ha presentado la Memoria anual de caza correspondiente a la temporada 2012-13, que recoge los datos de licencias, capturas y repoblaciones de especies cinegéticas.
En la memoria quedan reflejadas datos importantes como el número de cazadores, que en 10 años ha disminuido casi a la mitad. Es importante destacar que un total de 68.826 cazadores disponer de licencia de caza durante el año 2012. Esta cifra queda muy lejos de los 117.592 del año 1993. De estos, 67.352 fueron cazadores con arma de fuego. Por provincias el mayor número de licencias se obtuvieron en las comarcas de Barcelona. En cuanto a los trámites para la obtención y pago de la licencia destaca el 19,6% obtenidos telemáticamente mediante la Oficina Virtual de Trámites (OVT). Este procedimiento fue iniciado en 2010.
Durante la última temporada de caza los terrenos donde se podía cazar en Cataluña se distribuían por 1.391 áreas privadas y áreas locales de caza, con una superficie de 2,6 millones de hectáreas, el 81% de la superficie de Cataluña. El resto corresponden a las 7 reservas nacionales de caza y 8 zonas de caza controlada la gestión de las cuales pertenece directamente al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural.
En cuanto a las capturas de las diferentes especies cinegéticas sobre las que los diferentes gestores informaron, entre las catalogadas como de ‘caza menor’ son los tordos y las Grivó el grupo de especies más cazado, que alcanza los 748.000 ejemplares declarados. Los siguen el conejo, con 169.000 ejemplares, las torcaces, con 107.000 ejemplares, y la perdiz roja, con más de 89.000 ejemplares. La tendencia de esta especie muestra una continua disminución desde el año 2000, y esta última temporada ha alcanzado un mínimo histórico de capturas desde que se dispone de registros.
Entre las especies de aves acuáticas, cazados mayoritariamente en el delta del Ebro, destaca el ánade real, con 20.879 ejemplares, seguido por agachadiza común, con 6.000 ejemplares. Este grupo de especies muestran oscilaciones en la población invernal sometida a los efectos climatológicos y de presencia de agua en las zonas húmedas que afectan directamente el número de ejemplares que se pueden cazar cada año.
Otras especies como el ciervo y el corzo muestran una clara tendencia a aumentar el número de capturas, con 1.359 y 1.952 ejemplares cazados respectivamente. En el caso del rebeco el número de ejemplares cazados (676 de los cuales el 76% en las reservas nacionales de caza) continúa aumentando aunque sin alcanzar las cifras máximas obtenidas antes de los efectos de la enfermedad producida por pestivirus. La ausencia en los últimos años de brotes importantes de pestivirus han permitido la recuperación de las poblaciones de esta especie.
Plan de choque para prevenir los daños de la fauna salvaje
El aumento de capturas de la temporada pasada con relación a las anteriores se debe sobre todo a una serie de medidas que ha puesto en funcionamiento el Departamento de Agricultura en colaboración con las sociedad de cazadores, para evitar la proliferación de la población de jabalíes. La densidad de jabalíes en Cataluña se ha convertido en una problemática principalmente por la actividad agrícola pero también genera problemas de seguridad y accidentes de tráfico.
Precisamente para minimizar todos estos daños el Departamento de Agricultura está trabajando en un plan de choque para prevenir los daños producidos por la fauna salvaje. Este plan se está ultimando con los diferentes sectores implicados (cazadores, sindicatos agrarios, titulares de las áreas de caza y Administración).
Como medida de carácter extraordinario y por la afectación que los daños que algunas especies cinegéticas causan en el sector primario (agrícola y ganadero), la Ley 2/2014, de medidas fiscales, administrativas, financieras y del sector público para el año 2014, incluye la posibilidad de que el Departamento declare el estado de emergencia cinegética en un ámbito territorial concreto cuando se superen los umbrales de abundancia establecidos de alguna especie causante. Esta declaración, prevista ya en la Ley de caza, prevé determinar una serie de medidas que conduzcan a reducir el riesgo.
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