Ayer, en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores se acordó prorrogar las sanciones económicas a Rusia durante 6 meses más. Dichas sanciones deberían haber finalizado el 31 de julio próximo, por lo que ahora se prorrogarán hasta el 31 de enero de 2016. Por tanto, es muy probable que Rusia prorrogue, a su vez, el veto que impuso a las exportaciones comunitarias y de otros países, como respuesta a estas sanciones. De hecho, la semana pasada, la agencia rusa RIA Novosti ya avanzó que Rusia prolongaría el veto si se le prorrogaban las sanciones.

La decisión del Consejo de Ministros de ayer está ligada a la del Consejo Europeo de marzo pasado, en el que los Jefes de Gobierno acordaron que la duración de las sanciones a Rusia debería vincularse a la completa implementación de los acuerdos de Minsk, lo que está previsto para el 31 de diciembre de 2015.

Estas sanciones se impusieron en julio de 2014 (reforzadas después en septiembre) en respuesta al papel de Rusia en la crisis con Ucrania. Las sanciones van dirigidas a ciertos intercambios con Rusia en los sectores de finanzas, energía y defensa.

Tras la aplicación de las sanciones a Rusia, el gobierno ruso contraatacó con la imposición de un veto a las exportaciones de frutas y hortalizas, lácteos y carnes de la UE, EEUU, Canadá, Australia y Noruega. Dicho veto se inició a principios de agosto pasado y tenía una duración de un año, por lo que tendría que terminar a principios de agosto próximo, sin embargo, todo parece indicar que no va a ser así.