La Organización Europea de Consumidores (BEUC) ha publicado un informe que es un nuevo varapalo para el sector cárnico. Según el informe, el etiquetado de los productos cárnicos no es todo lo correcto que debería ser y no siempre coincide con lo que está etiquetado.

Siete organizaciones miembro de la BEUC, entre las que está la OCU, han realizado análisis durante los pasados meses que han puesto de manifiesto algunas deficiencias, como:

– nombres confusos de los productos

– etiquetados que no indican que el producto lleva agua añadido

– etiquetados que no indican el porcentaje de carne que lleva el producto, como hamburguesas que parece que son 100% carne y sin embargo solo llevan un porcentaje de carne y el resto es un preparado cárnico.

– uso ilegal de aditivos alimentarios

– uso de carne separada mecánicamente no declarada.

– uso fraudulento de otras especies, como por ejemplo kebabs de ternera hechos realmente con carne de pollo.