La Autoridad de Defensa de la Competencia de Italia ha condenado a la cadena de supermercados Lidl a pagar una multa de 550.000 euros porque ha vendido aceite de oliva con la marca Primadonna, que según el etiquetado era virgen extra, cuando en realidad en la botella había aceite virgen.
Todo comenzó con los resultados de las pruebas de laboratorio realizadas en muestras de 20 marcas de aceite de oliva virgen extra vendidas en el supermercado. Este muestreo lo realizó en mayo de 2015, la revista Test Salvagente . Estos análisis pusieron de manifiesto que el aceite embotellado no podía ser AOVE a pesar de que lo ponía en la etiqueta.
Unos meses más tarde, en noviembre de 2015, el fiscal de Turín, Raffaele Guariniello (ahora retirado) envió algunas muestras de aceite al laboratorio de la Agencia de Aduanas. La respuesta confirmóa la presencia de irregularidades y defectos organolépticos en marcas como Carapelli, Bertolli, Sasso, Coricelli, Santa Sabina, Prima Donna y Antica Badia, según recoge Il Fatto Alimentare. En ese momento, algunos grupos de consumidores pidieron a la Autoridad de la Competencia que iniciara una investigación.
Se baraja que tras esta primera multa a Lidl pueda haber otras, en los próximos días, a otras marcas de aceite que hayan cometido infracciones en el etiquetado.
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