Campofrío y los sindicatos firmaron el lunes un acuerdo para la puesta en marcha de la fábrica Nueva Bureba en Burgos, que sustituye a la que se quemó en noviembre de 2014. Esta puesta en marcha va a ser progresiva, porque la planta no funcionará hasta el 100% de su capacidad hasta mayo de 2017.

El punto más importante del acuerdo es que a partir del próximo 16 de noviembre, todos los trabajadores actualmente incluidos en el ERTE por el incendio de la anterior fábrica, verán activados sus contratos laborales y percibirán su nómina independientemente de su incorporación efectiva a la fábrica.

Se han acordado una serie de medidas de flexibilidad que pasan por los descansos retribuidos de un máximo de treinta días por trabajador, los días de ajuste horario, con vacaciones asignadas, permisos retribuidos para adaptarse al puesto de trabajo y excedencias voluntarias, con pago del 25 por ciento del salario.