A lo largo de esta semana, se han producido varias concentraciones de ganaderos franceses delante de algunas cooperativas lácteas en la zona del Grand Ouest, que han sido orquestadas por la sectorial lácteas FNPL y la organización agraria Jeunes Agriculteurs. Los ganaderos protestan por los bajos precios que reciben cuando el mercado está progresando positivamente, impulsado por una fuerte subida de los precios de la mantequilla y un alta moderada del polvo. Mientras que los resultados de numerosas industrias lácteas han mejorado en 2016, la situación de los ganaderos sigue estancada en los bajos precios.

Las cooperativas francesas (FNCL) no entienden que los ganaderos arremetan contra ellas. En un comunicado de prensa han defendido que los socios ganaderos son accionistas de las cooperativas y que participan en la toma de decisiones de las mismas. Recuerdan que durante los tres primeros meses del año, el precio de la leche en Francia ha llegado a 323 €/t y que si las cotizaciones de las últimas semanas se confirman, la subida va a continuar repercutiéndose en los ganaderos.

La FNCL también ha recordado, que en los tiempos de crisis, el precio pagado en Francia fue más alto que el pagado en Alemania, concretamente +34,4 €/t en 2015 y +37 €/t en 2016. A Francia le sucede una situación similar a la de España, mientras que en los meses más duros de la crisis, sus precios no fueron de los que más bajaron, ahora durante la recuperación, tampoco son de los que más están subiendo.

El recién nombrado ministro de Agricultura, Jacques Mézard, ya ha tomado cartas en el asunto y ya se ha reunido con el presidente de la sectorial láctea FNPL. El Ministro ha hecho hincapié en su deseo de apelar a la responsabilidad de cada uno de los actores de la cadena. Un precio justo pagado al productor es una prioridad del Gobierno y es un trabajo que pondrá en marcha a principios julio.