Asaja Extremadura considera “inaudito” que el alcalde de Badajoz, al que llama  “EMIR” Francisco Javier Fragoso, haya anunciado que el Ayuntamiento vaya a prohibir la degustación de carne de cerdo durante la celebración de la feria ‘Al-Mossassa’, que desde 19 de septiembre y hasta hoy, se desarrolla en la capital pacense. “Si no fuera por la gravedad y las consecuencias de esta decisión, creeríamos que se trata de una inocentada de mal gusto, pero desgraciadamente no lo es”, ha señalado el presidente de esta organización agraria, Ángel García Blanco.

García Blanco tilda de “extrema necedad” la decisión del alcalde, “que es un ataque en toda regla a los ganaderos extremeños que, con sus impuestos, entre otras cosas, pagan el sueldo del alcalde para que defienda sus intereses y  no para que  imponga a la fuerza por la vía del decreto otra cultura y otros gustos, y no deje libertad a los vecinos elegir qué comida quieren degustar durante la celebración de ésta u otra feria”. En este sentido, García Blanco no se explica cómo el alcalde haya podido ordenar que no se sirva en ninguna de las casetas de la feria ningún plato que contenga carne de cerdo.

De ahí que el presidente de Asaja tema que la próxima “ocurrencia” del primer edil sea obligar a las mujeres a acudir a este evento “con el burka”, ha lamentado, aunque a lo mejor lo que persigue es que lo nombren “el emir de Badajoz”.

Coincidiendo con la celebración de la Feria de Zafra que se inaugura el próximo jueves, Ángel García Blanco va a proponer que la asociación ‘Aeceriber’ –Asociación Española del Cerdo Ibérico- le otorgue al alcalde pacense el premio al ‘tonto del cerdo’.

El presidente de Asaja indica que lo que debería de hacer Francisco Javier Fragoso es justamente lo contrario, defender con uñas y dientes a los ganaderos extremeños, que precisamente atraviesan un mal momento tanto por la sequía como por la incidencia de otras: “Debería animar a sus vecinos a degustar carne de cerdo en esta feria, y promocionar los productos extremeños,  y no todo lo contrario, ordenando su prohibición”.

Ángel García Blanco considera la decisión del alcalde de Badajoz es todo un atropello a las libertades. “No es justificación que la feria conmemore el origen árabe de la ciudad para prohibir la degustación del cerdo ibérico porque absolutamente nada tiene que ver una cosa con la otra”.