El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha inaugurado el Centro de Innovación en Bioeconomía Rural, ubicado en la Plataforma Logística de Teruel (PLATEA), cuya pretensión es ser punto de encuentro de los generadores de conocimiento y los agentes empresariales. Se trata de un proyecto basado en la cooperación, promovido por el Gobierno de Aragón, a través del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, y que a partir de ahora irá formalizando convenios de colaboración con los socios que quieran trabajar en innovación, como podrían ser la Universidad de Zaragoza, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Agroalimentaria, la Asociación de Truficultores, la Cámara de Comercio de Teruel, los Grupos Leader, empresas, Ayuntamientos y Comarcas.
Para Lambán “se hace realidad un hito importante en la concreción de algo que agentes económicos y sociales vienen reclamando desde hace años: la generación de un nuevo modelo económico más eficiente, equitativo y sostenible”. Aragón, -añade- “encuentra especial interés y acomodo en la propuesta de la Bioeconomía, y este centro aglutina y permite que colaboren líneas de trabajo que deben tener un fuerte efecto multiplicador sobre nuestra realidad”. En este sentido, ha avanzado que desde el Ejecutivo aragonés se trabaja ya en la creación de una Estrategia Aragonesa de Bioeconomía.
A su juicio, la implantación de instalaciones como el CIBR son una de las mejores maneras de luchar contra la despoblación, “ya que no existen varitas mágicas para combatirla” y aunque ha recordado que en la Conferencia de Presidentes se acordó impulsar una estrategia contra la despoblación, “un año después no hemos avanzado nada”, por lo que encuentra en este proyecto una útil herramienta que parte de la sostenibilidad y la innovación.
El CIBR busca abrir la puerta a una nueva forma de hacer negocios, donde la sostenibilidad económica tiene que ir acompañada de la social y medioambiental. El objetivo es poner a trabajar el conocimiento y el talento en y por el desarrollo rural de Aragón y la lucha contra la despoblación, creando herramientas y proyectos que sirvan al desarrollo rural. El edificio donde se ubica el Centro de Innovación en Bioeconomía Rural está cedido al CITA por el INIA, promotor y dinamizador de la Estrategia Española de Bioeconomía. Hasta ahora las acciones han estado más centradas en la parte de bioindustria y bioenergía, por lo que la iniciativa aragonesa pasa por centrarse en la agroalimentaria y forestal, donde Teruel juega un papel fundamental.
El CIBR cuenta en estos momentos con proyectos financiados por el FITE y el CITA, pero se trabaja ya en convenios de colaboración para que empresas de la provincia puedan ubicar parte de sus departamentos de I+D+i en el centro. En cuanto a personal, trabajan personal investigador del CITA y responsables del mantenimiento del centro. Los laboratorios del centro se utilizan por personal investigador del CITA en proyectos relacionados con la provincia turolense, destacando el laboratorio de truficultura que ya cuenta con un investigador a tiempo completo. Gracias a la creación del CIBR se puede intensificar el esfuerzo investigador en la zona, con 15 proyectos FITE y 2 INIA. Todos se basan en la colaboración de los centros de investigación, con los agentes y empresas de los sectores más relevantes del complejo agroalimentario turolense (jamón, melocotón, trufa, ovino, calidad de carne de ovino y vacuno, fitosanitarios, fruticultura autóctona y de montaña, azafrán, etc.).
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