La Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria dela UE realizó una misión de inspección en España, entre el 17 al 24 de enero de 2017, para evaluar los sistemas de control aplicados para la autorización de los productos de protección de las plantas. La  auditoría comunitaria puso de manifiesto una serie de deficiencias.

Una de ellas son los retrasos significativos en el procesamiento de solicitudes para productos autorizados, tanto nuevos como existentes, y para permisos comerciales paralelos, con incumplimientos constantes de los plazos legales marcados por la UE. Además, hay productos que deberían haberse modificado o retirado después de su reevaluación, y sin embargo, permanecen en el mercado más allá de los plazos legales.

El cumplimiento de los plazos se ve obstaculizado al no aprovechar la oportunidad de reducir la carga de trabajo mediante el reparto de este trabajo entre los Estados miembros de la zona meridional de la UE. Además, la carga e trabajo también se podría reducir teniendo más en cuenta el trabajo de evaluación de otros Estados miembros. Estos problemas estructurales se ven agravados por una gama de ineficiencias en la comunicación entre las autoridades competentes.

En consecuencia, el acceso al mercado de los productos fitosanitarios con nuevas sustancias activas se retrasa, lo que afectando a una gama de nuevas y más selectivas herramientas de gestión de  plagas disponibles para los productores. Las dificultades para obtener autorización para aplicaciones genéricas y de reconocimiento mutuo para las productos para la protección de las plantas afecta a la competencia dentro del mercado.

El informe contiene recomendaciones a las Autoridades Competentes españolas, dirigidas a rectificar las deficiencias identificadas y mejorar el sistema de autorización de los fitosanitarios.