El Consejo de Gobierno de Aragón ha aprobado esta semana un decreto sobre purines (residuos orgánicos) para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas, particularmente de porcino, que representan un sector clave para el desarrollo del medio rural y la economía aragonesa. El sector del porcino aporta el 3,5% del PIB aragonés y supone dos terceras partes del valor añadido bruto en la agroalimentación.

El decreto se basa en el aprovechamiento del estiércol como fertilizante, lo que supone un impulso a la economía circular en el sector agrario aragonés al objeto de prevenir los riesgos e impactos ambientales de la actividad ganadera y exige la más amplia cooperación de los diferentes agentes económicos, sociales y políticos.
El nuevo marco regulatorio establece la necesidad de poner en funcionamiento de centros gestores de purines –entidades públicas o privada autorizadas y registradas por la Administración- que garanticen un sistema para todo el ciclo del purín desde la recogida en las explotaciones ganaderas, transporte, tratamiento y almacenamiento, hasta su aplicación como fertilizante en las parcelas agrícolas a las que se destine. Además, se introduce un régimen sancionador.
El ganadero puede optar por entregar los estiércoles a estos centros de gestión. Tendrá que indicar qué cantidades ha entregado y a qué centro.
También puede elegir el sistema de autogestión, cuando aplique por sí mismo el estiércol como fertilizante. El ganadero tendrá que hacer declaraciones anuales indicando la cantidad de estiércol aplicada a cada parcela.
Una tercera opción es que el ganadero opte por una combinación entre la autogestión de una parte del estiércol y la entrega del resto a los centros de gestión.
El decreto recoge, además, la necesidad de ajustar y controlar las dosis de aplicación de los purines a los suelos. Se va a crear una base de datos georreferenciada asociando explotaciones ganaderas y recintos SIGPAC. A cada recinto SIGPAC se le asocia una dosis máxima anual de nitrógeno, que es de 210 kg /ha/año como criterio general y de 170 kg/ha/año en las zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos, Red Natura 2000 u otras excepciones.
Además, el Gobierno de Aragón ha declarado los municipios de Albalatillo, Alfántega, Altorricón, Castillonroy, Mirambel, Monroyo, Peñarroya de Tastavins, Sena, Vencillón, Mainar y Villarreal de Huerva como zonas con sobrecarga ganadera por exceso de nitrógeno procedente de la actividad ganadera. En dichas zonas no se podrán ampliar o construir nuevas granjas, salvo que se acrediten soluciones alternativas a las habituales para la gestión de los purines.
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