La consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, y su homólogo de la Región de Murcia, Antonio Luengo, han mantenido una reunión de trabajo sobre temas comunes para ambos territorios, entre los que destaca el agua, cuestión que Crespo considera de “vital importancia para el devenir socio-económico” de las dos comunidades.

Crespo ha anunciado que ambos Ejecutivos colaboran en la preparación de una cumbre de presidentes “que pondrá de manifiesto nuestro apoyo incondicional a la Ley del Trasvase Tajo-Segura tal y como está”, ya que en esta normativa “está establecido muy claramente cuando, cuánto y dónde se trasvasa”. Asimismo, han acordado también solicitar una reunión con la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, para poner sobre la mesa su oposición a la inclusión de los municipios de Entrepeñas y Buendía en la Comisión Central de Explotación del Trasvase Tajo-Segura.

Al respecto, la consejera andaluza ha recalcado la apuesta de la Junta de Andalucía por “tener entendimiento político con el Gobierno de la nación” en las cuestiones de gran relevancia relacionadas con este recurso como este trasvase que hasta la fecha se ha regido exclusivamente por criterios técnicos. Carmen Crespo lamenta que recientemente el Gobierno central opte por permitir la entrada en dicha Comisión a las localidades ribereñas, condicionando políticamente así una entidad que tradicionalmente ha sido únicamente de carácter técnico.

Se trataría, desde el punto de vista de la titular de Desarrollo Sostenible, de “una serie de concesiones políticas que nada tienen que ver con el trasvase ni con un bien común como el agua”. “Un bien que no es de nadie y es de todos, y que, por tanto, debemos preservar entre todos”, ha recalcado, añadiendo que los Gobierno autonómicos de Andalucía y Murcia no permitirán “que se juegue con los intereses de los ciudadanos ni con los de nuestros agricultores”.

“Poner en cuestión esto es poner en cuestión el abastecimiento de numerosos municipios y las posibilidades de regadío de cultivos históricos de Almería, de Murcia y de Alicante”, ha destacado Crespo, que apunta la necesidad de “estar a la altura de las circunstancias y dejar este trasvase de forma técnica”.

El agua procedente del Tajo abastece a una población de más de 150.000 almerienses y a siete comunidades de regantes cuya superficie ronda las 23.000 hectáreas.