La investigación realizada por el Swine Innovation Porc de Canadá ha puesto de manifiesto, que los lechones recién nacidos deben ser amamantados por su propia madres, al menos, un par de días antes de la adopción cruzada (cross fostering), con el fin de ayudar a estimular la producción futura de leche en la reproductora.

Los investigadores analizaron el efecto sobre la lactancia de una cerda primípara, a la que se le quitan los lechones al nacer para mejorar su longevidad. Los científicos bloquearon los mismos pezones o distintos en los partos uno y dos. Se observó que al retirar los lechones demasiado pronto, se afectaba negativamente la producción de leche en el siguiente parto.

Un pezón que ha amamantado a un lechón en la primera lactación producirá más leche en la segunda paridad y el cochinillo de esa tetilla pesará entre 1,1 y 2 kilogramos más a los 50 días de edad en comparación con un lechón que se alimentó de un pezón que no se había usado antes. Según los investigadores, incluso en la lactancia temprana, entre los días dos y cuatro, ya se observa una diferencia en la tasa de crecimiento.

En una segunda investigación se quiso analizar durante cuánto tiempo se debe usar un pezón en la primera paridad para que no haya un efecto negativo en la segunda paridad. Se comprobó que no era necesario que se usara durante toda la lactancia. Si se usa un pezón durante dos días en la primera paridad, podrá producir suficiente leche en la segunda paridad. Por tanto, si se tiene una cerda primípara con muchos lechones, y no se la quiere sobrecargar, se le pueden retirar los lechones, pero a partir del día tres. Durante los días uno y dos se deben usar todas los pezones.

Los investigadores han demostrado que las cerdas de dos o más paridades producirán un 25% más de leche que los animales primíparos y el rendimiento de la leche alcanzará un pico en las paridades de dos a cuatro, por lo que aconsejan mantener las cerdas hasta cuatro paridades si se quiere maximizar el rendimiento de la leche. de cerdas.