El Ministerio de Agricultura ruso planea poner en marcha para el próximo año, un seguro agrario que compense los costes directos de los agricultores. En el caso de una emergencia, no será necesario esperar a la recolección de la cosecha para determinar el pago por la cosecha perdida, sino se reembolsarán los costes directos de los agricultores por la siembra, combustible, lubricantes, etc.

También se va a minimizar la relación de los documentos necesarios para firmar un contrato y recibir el pago. El trabajo principal para confirmar el evento asegurado será realizado por las empresas aseguradoras, utilizando un estudio espacial, mediante las imágenes de alta resolución.

Asimismo, se busca que el nuevo producto sea lo más barato posible para los agricultores. Según los cálculos de la Unión Nacional de Aseguradores Agrícolas (UNAA), por ejemplo, para las regiones de alto riesgo del Lejano Oriente, una hectárea de cobertura con dicho seguro costará un poco más de 100 rublos (1,36 euros). Cifra que es casi dos veces más barato que lo que los agricultores locales pagan ahora por el seguro con apoyo estatal.

Este tipo de seguro se ve como un producto adicional al programa multiriesgo actual. Para estimular la adquisición de estas pólizas de seguro, se espera que el Estado compense a los agricultores hasta con el 80% del precio de la póliza, en vez del 50% como en el sistema de seguro actual. Se requerirían unos 12.000 millones de rublos para cubrir con este nuevo seguro, un 45-55% de la superficie sembrada.

Según las estimaciones de la UNAA, este año, en el marco del programa de seguros actual, se asegurará al menos un 10-12% de la superficie sembrada, frente al 6% en 2019. El Ministerio de Agricultura, además de 2.200 millones de rublos (30 millones de euros*) para las subvenciones previstas ya en el presupuesto federal, solicitó al Gobierno otros 2.000 millones de rublos (27 millones de euros) adicionales, según recoge el Boletín Exterior del MAPA;