Hay ciertos sectores ganaderos en España que tienen una relación muy estrecha con la hostelería. Estos ganaderos especializados en productos destinados a la restauración han visto cancelados todos sus pedidos de la noche a la mañana. Los daños ya se están dejando sentir, sobre todo en los sectores del ovino-caprino y del porcino, según ha denunciado UPA. Lechazos y cochinillos tienen a la restauración como principal destino.

Otros sectores ganaderos, como el de los huevos camperos o como el lácteo, tanto de vacuno como de ovino y caprino, han mostrado también su profunda preocupación porque, con la ausencia de turismo, muchas pequeñas queserías están viendo hundirse sus pedidos.

ASAJA de Castilla y León  también denuncia este hundimiento de la demanda de lechazos por parte de los intermediarios, que no quieren cerrar operaciones al estar paralizado su canal principal de venta, la hostelería, y también por la inexistencia de celebraciones familiares. Para los ganaderos, no vender a su tiempo los lechazos supone un coste inasumible de alimentación, y además cuanto más grandes, se pagan peor en el mercado. La organización también denuncia la crisis que atraviesan las explotaciones ganaderas especializadas en la producción de cochinillos, ubicadas principalmente en las provincias de Segovia y Ávila.

ASAJA pide a la Consejería de Agricultura de Castilla y León, de cara al lechazo,   que se potencie su salida hacia la distribución, ampliando la oferta de lechazos y otros cortes de cordero interesantes para los consumidores.  Para el cochinillo, solicita que se estudien con urgencia el posible apoyo al almacenamiento, que es la única salida a la situación actual.

UCCL, ante la complicada situación de los mercados de lechazos, cabritos y cochinillos, ha mandado una carta al Consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, para que inste al Ministerio de Agricultura a poner en marcha, de manera urgente, la intervención pública en estos productos.