La crisis motivada por el coronavirus ha afectado a muchos cultivos cuyo principal destino eran restaurantes y hoteles. Catastróficas han sido las campañas de patatas, cebollas y carne y, ahora, es el arroz bomba de la provincia de Alicante, que se cultiva en el Parque Natural La Marjal de Pego-Oliva junto con el recientemente recuperado arroz bombón y que hace apenas unas semanas concluyó la temporada de siega, el que está sufriendo las consecuencias del cierre del canal HORECA, que absorbía el 75% de la producción de este cereal en la provincia. Tanto es así, que desde la sectorial del Arroz de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante denuncian una caída del precio en origen de un 12,5%, bajando la cotización en campo del bomba de los 0,80 euros el kilo en adelante que se pagaba en años anteriores al COVID, a los 0,70 euros que se estima se pague en esta campaña.

Un descenso acusado que no podrá compensar si quiera el aumento de producción que se ha dado en esta temporada, que será un 20% superior respecto a la media de años anteriores, llegando a alcanzar los 1,2 millones de kilos reales del cereal, 200.000 kilos más que en 2019.

Además, al descenso de rentabilidad como consecuencia de la crisis del coronavirus, este año los productores arroceros se están encontrando con otros dos problemas añadidos. Por un lado, acusan importantes descensos de rendimientos en la recolección de la cosecha, debido a la resistencia que se está produciendo en el cultivo por utilización repetida de los pocos productos de herbicidas autorizados por la UE. “En esta campaña nos estamos encontrando con el aumento de resistencia de las malas hierbas, motivado porque el número de productos fitosanitarios autorizados para tratamientos es menor, más caros y menos efectivos, lo que provoca resistencias que conllevan menor efectividad, haciendo que coexistan arroz y hierbas, con el resultado directo de aumento de humedad e impurezas cuando se siega el cereal, afectando directamente a la cuenta final de kilogramos a contar por el productor (kilogramos recogidos – humedad – impurezas = kilogramos a cobrar)”, afirma Pep Orihuel, productor de arroz y presidente de la sectorial de Arroz de ASAJA.

La otra problemática que denuncia la sectorial se refiere al aumento en los costes de producción. Y es que, los agricultores afirman que este año se han salvado de sufrir el ataque de la ‘Pyricularia oryzae´, un hongo que porta el arroz de por sí y de forma natural, y principal enfermedad del arroz debido a su amplia distribución y su poder destructivo bajo condiciones favorables, gracias a la fuerte inversión en tratamientos fitopreventivos que han tenido que sufragar de sus bolsillos. “Si al hecho de que hemos perdido a nuestros grandes y principales clientes como los restaurantes, le sumamos el fuerte desembolso económico que hemos tenido que realizar para no vernos afectados por la ‘Pyricularia´, los arroceros de la provincia nos vemos en la tesitura de que esta campaña podemos hasta perder dinero”, lamenta el productor pegolino de arroz bomba y bombón, Vicent Dominguis.