La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) alerta de que están en juego unos 6 millones de euros para el sector del arroz catalán si el Ministerio de Agricultura no reformula su propuesta de ecoesquemas para la PAC 2023 a 2027. El proyecto no se ajusta a la realidad agroambiental de las explotaciones arroceras y provocaría una caída de la renta que el sector no podría asumir, y así lo puso ayer de manifiesto la FCAC en la reunión de la Mesa Sectorial de la arroz convocada por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.
Jordi Marcel Matamoros, responsable de arroz de la FCAC, argumenta que «la nueva PAC obligará a destinar entre un 20% y un 30% del presupuesto de ayudas directas a ecoesquemas, que son una nueva tipología de ayudas en favor del clima y el medio ambiente. Lamentamos que la propuesta del Ministerio de Agricultura no contemple las especificidades agronómicas de los cultivos permanentemente inundados, ya que esta exclusión de los arroceros catalanes puede hacer caer la renta de cientos de familias, además de poner en peligro la biodiversidad asociada a este cultivo «.
Del total de ecoesquemas que el Ministerio plantea a la nueva PAC, dos están pensados para la ganadería extensiva y otros dos, para cultivos leñosos. El resto no se pueden aplicar en el sector del arroz por diferentes motivos:
- Los de Rotación con cultivos mejorantes o el de Agricultura de conservación no son compatibles con las prácticas de cultivo o las condiciones del suelo del arroz;
- El de Reducción de fitosanitarios no es aplicable en los términos planteados, porque los arroceros hace muchos años que impulsan sistemas alternativos a los químicos de síntesis -como la confusión sexual del barrenador del arroz, Chilo supressalis- o hacen un uso racional y, por tanto, no es un objetivo realista seguir planteando una disminución en el uso de fitosanitarios del 7% anual a un sector que ya ha sido implementando la reducción anteriormente;
- Sobre el de Fertilización hay serias dudas de que sea compatible con la aplicación de la normativa vigente en Cataluña, en especial con el Decreto 153/2019 de gestión de la fertilización del suelo y de las deyecciones ganaderas;
- El de Islas de vegetación y márgenes sería incompatible con las medidas agroambientales.
En definitiva, la Federación alerta que, a pesar de que el cultivo del arroz está favoreciendo la biodiversidad y contribuyendo a la conservación de sistemas de alto valor para el entorno, es muy probable que, a partir de 2023, quede excluido de todos los ecoesquemas propuestos y se produzca una pérdida de renta de gran magnitud para los productores del sector.
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