La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) muestra su preocupación ante la incertidumbre que provoca el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que ha comunicado que en la próxima campaña del arroz -que se debía iniciar la próxima semana en el Delta- la dotación de riego sólo está garantizada un 50% y no se garantiza el riego a partir de agosto.
Jordi Casanova, responsable de arroz de la FCAC, alerta de que “la dimensión de las restricciones se ha dado a conocer cuando la mayoría de arroceros tienen las explotaciones a punto de sembrar y esto da la vuelta al escenario de la campaña. A pesar de la incertidumbre de cómo acabará el cultivo, los arroceros del Delta sembraremos, aplicando cambios en el manejo del cultivo y con la preocupación de cuáles serán las consecuencias en la reducción de la producción”.
Las cooperativas Cámara Arrocera del Montsià (a la derecha del río) y Arroceros del Delta del Ebro (en el lado izquierdo) representan más del 60% del total de arroz que se produce en Cataluña.
Para favorecer el ahorro de agua, los arroceros prevén utilizar el sistema de siembra en seco, que consiste en sembrar antes de inundar los campos. Esta práctica se expandió como medida para controlar el caracol manzana, pero también tiene ventajas para el cultivo y de carácter medioambiental, como menor gasto de agua. Como medida de corresponsabilidad ante la situación de sequía, el sector apostará por implementar esta técnica a más del 50% de la superficie.
A diferencia del Delta del Ebro, en la zona del Empordà (Girona), la previsión es que este año no se haga siembra. Tradicionalmente, en el Empordà la superficie de cultivo de arroz era de unas 1.000 hectáreas de las 21.000 hectáreas del conjunto de Cataluña.
Ante este escenario, la FCAC alerta de los riesgos de una caída en la producción de arroz, tras un descenso del 10,6% la pasada campaña, cuando se cosecharon 122.252 toneladas frente a las 136.747 del año anterior , debido a temperaturas extremas durante el verano.
La situación es similar a otras zonas productoras de España. En Andalucía no se prevé sembrar, en Extremadura sólo se cultivarían unas 10.000 hectáreas -según algunas fuentes- y en Aragón también habría limitaciones. En consecuencia, a nivel estatal también se prevé una reducción drástica en la producción de arroz después de dos campañas anómalas y con una oferta inferior a la habitual.
Con lo que se ve y se adivina, parece que ha llegado el momento de ensayar el riego por aspersión en el arroz.
El ahorro de agua es debido al control que se hace en cuanto a la profundidad a alcanzar por el agua, lo cual depende del tiempo de riego.
Actualmente el sistema seguido, puede que lo limiten, mejor dicho, ya lo están limitando y cada día más. Así que, «cada palo aguante su vela», o «El que se duerme, la corriente se lo lleva».
Por el tiempo que llevo observando, el cambio debería ser algo más que la técnica de riego.