La Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) publicó los costes de producción de aceite de oliva en España en 2020. Ahora, la Asociación ha actualizado a 2023 este estudio considerando la variación de dos variables fundamentales. Por un lado, la subida de inputs, energía y mano de obra derivada de la alta inflación de los últimos tres años, y por otro lado hay un factor determinante que encarece aún más la producción unitaria, se trata de la reducción de cosecha sufrida tanto en la campaña actual como en la anterior.
En cuanto a la subida de costes de los recursos necesarios para producir aceite de oliva, tanto en
campo como en la almazara, se ha considerado una subida de los costes salariales de un 9%, un
aumento de inputs agrarios como fertilizantes y fitosanitarios superior al 70%, y una subida de la
energía (gasoil, electricidad) cercana a un 40%, todo ello sumado, y aplicado a las distintas tareas de
cultivo, supone que el precio unitario se eleve hasta un 32%. Pasando el coste medio ponderado de
producción de un kilogramo de aceite de oliva de 2.42 €/kg en 2020 a 3,20 €/kg en 2023. Pero todo esto
sería si la producción fuera la normal en nuestro país, es decir con unas medias de 1.500.000 toneladas
de aceite de oliva.
Ahora bien, en la campaña pasada (22/23), y en la actual que acaba de comenzar (23/24), la producción
española ha sido y será de la mitad de un año normal, entorno a 750.000 toneladas, y esto es absolutamente determinante en los costes. Y lo es porque los olivareros deben mantener gran parte de
las labores de cultivo como son la poda, la fertilización, el mantenimiento del suelo, los tratamientos
fitosanitarios, el riego en su caso y la recolección. Pues bien, si calculamos así los costes por hectárea y
los dividimos por la producción mermada a la mitad, ahora el coste medio ponderado por kilo de aceite
de oliva se eleva de 3.20 €/kg a 6,22 €/kg, es decir cuesta un 94% más.
Hay que señalar que estos son costes medios ponderados, puesto que estos costes varían según el
sistema de cultivo del olivo que va desde el olivar tradicional de montaña hasta el cultivo en seto,
pasando por el tradicional de baja pendiente y el intensivo. Cada uno tiene sus costes, pero todos se
han elevado en mayor o menor grado y los costes medios ponderados son los señalados, una subida
que sobrepasa holgadamente el 100% desde la campaña 2020 hasta la reducida campaña 2023.
Estos cálculos vienen a ratificar que, a pesar de la severa subida del precio del aceite de oliva en
origen, los olivareros no se ven beneficiados en sus cuentas de explotación, puesto que aún habiéndose
liquidado el aceite en España a una media de 5.85 €/kg en origen, los costes medios superan ese valor
al suponer, como se ha señalado, hasta 6.22 €/kg. Es decir, los altos precios del aceite de oliva en el
mercado no compensan la subida de costes y la elevación de los mismos derivada de la baja cosecha.
Hay que señalar también que, si bien los costes medios ponderados de todos los sistemas se elevan a
6,22 €/kg, hay que diferenciar entre los costes del olivar tradicional de montaña que superan los 10 €/kg,
hasta los costes de olivar en seto en regadío que se encuentran ahora entorno a 3 €/kg.
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