Para saber la opinión del consumidor de EEUU sobre si los precios de los productos de los supermercados son caros o la comida que se vende en un restaurante se ha realizado una Encuesta de Política Agrícola y Alimentaria en mayo pasado, en formato online y a 1.000 consumidores de EEUU.

En el caso de los restaurantes, los consumidores generalmente estaban divididos sobre si los precios les parecían justos. Aproximadamente la mitad de los asistentes a cada tipo de restaurante (fast food, clásicos, cafeterías, bares) pensaron que los precios eran muy o algo injustos y aproximadamente la mitad pensó que los precios eran muy o algo justos.

Los consumidores parecen más frustrados con los precios de los restaurantes de comida rápida, donde el 53,1% pensó que los precios eran injustos, el porcentaje más alto en comparación con el resto de tipos de restaurante. 

En relación con las tiendas de comestibles y supermercados, la mayoría de los consumidores sentían que los precios eran, al menos, algo justos. Se mostraron especialmente positivos hacia los supermercados hard discount (bajos precios) como Aldi o Lidl, tiendas on line ( por ejemplo, Amazon) y tiendas gourmet. Para este tipo de tiendas, más del 70% indicó que sentía que los precios eran muy o algo justos. Por el contrario, los supermercados habituales no fueron vistos con buenos ojos.

Tanto para los restaurantes como para las tiendas de comestibles, la mayoría de los consumidores consideraban aceptables los aumentos de precios para cubrir los mayores costos de los ingredientes o los mayores costos de los salarios de los empleados. 

¿Cuál ha sido la respuesta del consumidor al aumento de precio?

La mitad de los consumidores indicaron que iban con menos frecuencia a cada tipo de restaurante debido al aumento de los precios de los alimentos. En el caso de las tiendas de comestibles, más de un tercio de los consumidores indicaron que iban a tiendas con descuentos y tiendas de bajo precio con más frecuencia de lo habitual y más del 40 % dijeron que iban a tiendas de comestibles especializadas con menos frecuencia de lo habitual debido al aumento de los precios de los alimentos.