La cosecha de trigo blando en Francia en esta campaña se estima en 25,98 millones de toneladas (Mt), lo que supone una reducción de producción de un 26% con respecto a 2023 y la producción más baja desde 1983, según las cifras que baraja la Asociación francesa de productores de trigo.

La reducción de cosecha se ha debido a una menor superficie sembrada y a menores rendimientos, ya que se ha notado el aumento de los costes de producción.  La superficie sembrada se ha reducido en un 10,5% hasta 4,24 millones de hectáreas, por tanto, 900.000 ha menos que en 2016.

En cuanto a los rendimientos, se sitúan en 62 q/ha (-17% anual con respecto a 2023). Factores que han favorecido a estas bajas cifras podrían encontrarse en un mal establecimiento del cultivo, exceso de precipitaciones, alta presión de enfermedades y malezas o incluso temperaturas y luz solar demasiado bajas durante las fases clave del cultivo. 

La curva de precios y la curva de costes de producción se ha cruzado desfavorablemente esta campaña, como ya pasó en 2023. Según los cálculos elaborados por la asociación, el coste de producción para el trigo blando es de 264 €/t, mientras que el precio pagado al agricultor es de 175 €/t, es decir, una pérdida de 550 €/ha para una explotación de cereales media de 130-150 ha, por lo que el déficit podría ascender a 50.000 y 100.000 euros por explotación.