La producción de cereales y oleaginosas en el Reino Unido ha registrado este año su tercera peor cosecha desde que comenzaron los registros modernos en 1984, según datos publicados por el Departamento de Asuntos Rurales (Defra). La producción total de cultivos clave como trigo, cebada, avena y colza se ha visto drásticamente afectada, con rendimientos muy por debajo de la media de los últimos cinco años.
Entre los datos más alarmantes destaca el trigo, cuya cosecha alcanzó 11,1 Mt, un 20% menos que en 2023 debido a una reducción del 11% en la superficie cultivada y una caída del 10% en los rendimientos. La producción de cebada se situó en 7,1 Mt, un leve aumento del 1,8% respecto al año anterior, que refleja un desplome del 24% en la cebada de invierno compensado por un incremento equivalente en la cebada de primavera. En cuanto a la colza, la producción descendió un 32%, quedando en 824.000 t. La avena fue el único cultivo que experimentó un crecimiento, con un aumento del 8,6% respecto al año anterior.
Estas cifras se atribuyen en gran medida a las precipitaciones récord y tormentas del invierno pasado, que impidieron la siembra y el manejo adecuado de los cultivos de invierno. Este contexto climático adverso no solo impactó los rendimientos, sino que también acentúa las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria en el país.
El informe de Seguridad Alimentaria del Reino Unido 2024, publicado recientemente, advierte de un “riesgo urgente” para la resiliencia de la producción de alimentos debido al cambio climático y otros factores. Este documento subraya la vulnerabilidad del sector agrícola británico a eventos climáticos extremos y destaca la necesidad de estrategias para mejorar la adaptación y la resiliencia de los agricultores frente a estos desafíos.
En términos regionales, Inglaterra confirmó 2024 como su segunda peor cosecha en la historia, solo superada por 2020. En Escocia, los agricultores lograron mitigar parcialmente las pérdidas mediante un incremento en la producción de cebada de primavera, compensando los daños sufridos en los cultivos de invierno.
Según el analista agrícola Tom Lancaster del Energy and Climate Intelligence Unit (ECIU), estas cifras refuerzan las advertencias sobre los riesgos para la seguridad alimentaria. Lancaster señaló que “es fundamental proporcionar apoyo a los agricultores para que puedan adaptarse y desarrollar resiliencia frente a estos fenómenos climáticos extremos”.
El artículo lo ha escrito Pedro Sánchez no?? Tanta resiliencia y tanta m*****