Las exportaciones españolas de forrajes deshidratados alcanzaron las 752.960 t en 2024, lo que supone un incremento del 15,3% respecto al año anterior. A pesar de esta recuperación, el sector aún no ha retomado los niveles de exportación de la última década, cuando se superaba el millón de toneladas anuales.

Principales destinos de exportación

Arabia Saudí se consolidó como el principal comprador con 163.554 t, seguido por Emiratos Árabes Unidos (126.311 t) y China (102.137 t). Otros mercados destacados fueron Corea del Sur (60.073 t) y Jordania (57.605 t). Dentro de Europa, Portugal lideró las importaciones con 41.954 t, seguido de Francia y Grecia.

El formato más exportado fue el de balas deshidratadas, con cerca de medio millón de toneladas, mientras que las ventas de forraje en formato granulado superaron las 250.000 toneladas.

Perspectivas del sector

Desde la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA) han señalado que el mercado internacional muestra signos de recuperación tras la caída de la demanda en 2023. “Se espera que en los próximos años la demanda global vaya en aumento, conforme se vayan recuperando los sectores lácteos y la cabaña ganadera en varios de los principales importadores mundiales de forrajes”, han afirmado.

España continúa consolidándose como uno de los principales exportadores de forrajes deshidratados a nivel mundial. Este producto, esencial para la alimentación del ganado, ha encontrado un mercado creciente en diversos países, destacando especialmente en el continente asiático y en Oriente Medio.

Las exportaciones españolas de forrajes deshidratados han mostrado un crecimiento notable en los últimos años, diversificándose hacia nuevos mercados. Además de los tradicionales compradores, países como Marruecos, Corea del Sur o Líbano han incrementado sus importaciones, lo que refleja la calidad y competitividad del producto español.