Las lluvias registradas en Extremadura durante las últimas semanas están generando dificultades en la producción de fruta de hueso, especialmente en las variedades tempranas de ciruela, que se encuentran en plena floración. UPA-UCE Extremadura alerta de que las condiciones meteorológicas han afectado a la polinización cruzada, lo que supondrá una reducción significativa en la futura producción.
Según la organización agraria, la lluvia y el frío han frenado la floración de los árboles y han impedido la actividad de las abejas, esenciales para la polinización de la ciruela. Se estima que la producción de ciruela podría reducirse entre un 30 % y un 50 %, afectando especialmente a variedades tempranas como la Black Splendor.
Impacto en otros cultivos
En el caso de la nectarina, melocotón y paraguayo, que no dependen de la polinización cruzada, el problema principal es el aumento de enfermedades fúngicas, como la lepra y la monilia, debido a la alta humedad y la imposibilidad de realizar tratamientos fitosanitarios en terrenos anegados.
Asimismo, las lluvias están afectando al cultivo del tomate, ya que el exceso de agua podría retrasar las plantaciones de las variedades más tempranas, provocando un agolpamiento de la producción más adelante y un incremento de los tratamientos en los semilleros.
Beneficios para el campo extremeño
Pese a estos problemas, UPA-UCE destaca que las precipitaciones han supuesto un alivio para la ganadería extensiva, favoreciendo el crecimiento de pastos y la recarga de charcas. En el olivar y el almendro, el agua ha sido beneficiosa para aliviar el estrés hídrico acumulado en campañas anteriores.
Además, el aumento de las reservas hídricas en los pantanos permite afrontar con mayor tranquilidad la próxima campaña de riego.
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