La Unión Europea alcanzó en 2023 su mínimo histórico en ventas de fitosanitarios desde que comenzó el registro en 2011, con un total aproximado de 292.000 toneladas. Esta cifra supone una reducción del 9 % respecto a 2022 y un descenso acumulado del 18 % en comparación con los datos de 2021.

El retroceso registrado en los últimos años refuerza la tendencia hacia una menor dependencia de productos fitosanitarios, en un contexto marcado por los objetivos de sostenibilidad de la política agraria europea y las crecientes restricciones sobre sustancias activas autorizadas.

Fungicidas y herbicidas, los más vendidos

En 2023, la categoría con mayor volumen de ventas fue la de «fungicidas y bactericidas», que representó el 39 % del total. Le siguieron los «herbicidas, destructores de follaje y eliminadores de musgo» con un 36 %, y los «insecticidas y acaricidas» con un 17 %. Estas tres categorías concentraron más del 90 % de las ventas en el mercado europeo.

Francia y España lideran el consumo

Cuatro países concentraron cerca del 70 % del total de ventas en la UE. Francia lideró con un 23 %, seguida por España con un 18 %, mientras que Alemania e Italia registraron cada una un 14 %. Estos países coinciden también con los principales productores agrícolas del bloque comunitario.

Disparidad entre Estados miembros

Entre 2011 y 2023, 16 de los 21 Estados miembros con datos disponibles redujeron sus volúmenes de venta de pesticidas. Portugal e Italia encabezaron los descensos con una reducción del 44 %, seguidos por Irlanda y Eslovenia, con un 38 % menos cada uno.

En contraste, cinco países registraron aumentos, destacando Letonia (+55 %), Austria (+52 %) y Lituania (+11 %). Esta disparidad evidencia las distintas estrategias nacionales en la gestión del uso de fitosanitarios, así como factores climáticos y agronómicos que influyen en la demanda de estos productos.