Un equipo del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València, ha desarrollado un nuevo sistema de silenciamiento génico que permite «vacunar» a las plantas frente a virus y mejorar sus características agronómicas sin necesidad de modificarlas genéticamente. Los resultados se han publicado en la revista Nucleic Acids Research y suponen un avance clave en el uso de ARN como herramienta agrícola.
La tecnología se basa en el uso de pequeñas moléculas de ARN denominadas syn-tasiRNAs, diseñadas para apagar genes específicos en plantas de forma precisa, sin causar efectos secundarios. A diferencia de los métodos tradicionales de mejora genética, este sistema evita alterar el ADN de la planta y no genera organismos transgénicos, lo que reduce sus implicaciones regulatorias y facilita su aplicación en campo.

Foto: IBMCP (CSIC-UPV).
Silenciamiento de genes con precisión y sin efectos secundarios
Los syn-tasiRNAs son fragmentos cortos de ARN derivados de secuencias más largas que copian las instrucciones del ADN. Cuando se introducen en la planta, estas moléculas bloquean la expresión de genes concretos, lo que permite, por ejemplo, frenar enfermedades, aumentar el rendimiento o inducir ciertas resistencias.
Hasta ahora, su aplicación estaba limitada por la necesidad de introducir ARN largos que dieran lugar a un único syn-tasiRNA funcional. En este nuevo estudio, el equipo del IBMCP ha logrado diseñar versiones mínimas de ARN capaces de generar múltiples syn-tasiRNAs eficaces a partir de precursores mucho más pequeños y simples. Esto permite silenciar no uno, sino varios genes al mismo tiempo, con alta especificidad y sin provocar reacciones indeseadas en la planta.
El experimento se ha validado en dos especies vegetales modelo: Arabidopsis thaliana y Nicotiana benthamiana, donde los investigadores observaron una producción robusta de los syn-tasiRNAs deseados y un silenciamiento efectivo de los genes objetivo.
Tecnología syn-tasiR-VIGS: un espray como vacuna vegetal
Una de las grandes innovaciones del sistema es la forma de aplicación. Mediante un virus inofensivo como vehículo, los syn-tasiRNAs pueden ser introducidos en las plantas mediante pulverización, evitando por completo la transformación genética. A esta estrategia se la denomina syn-tasiR-VIGS (Virus-Induced Gene Silencing con syn-tasiRNAs), y permite que la planta genere por sí misma las moléculas necesarias para silenciar los genes seleccionados.
En las pruebas de campo, este sistema se utilizó para proteger a plantas frente al virus del bronceado del tomate (Tomato spotted wilt virus). Una sola aplicación por espray bastó para bloquear completamente la infección, actuando como una vacuna no transgénica y demostrando su eficacia y durabilidad.
Según el equipo investigador, el potencial de esta plataforma es amplio: puede adaptarse para actuar contra múltiples genes o incluso diferentes virus en una sola aplicación, lo que abre la puerta a vacunas vegetales multivirus o a sistemas de mejora agronómica puntuales y reversibles.
Menor impacto ambiental, costes reducidos y aplicaciones múltiples
Entre las principales ventajas del sistema destacan:
- Alta especificidad y seguridad: los syn-tasiRNAs actúan únicamente sobre los genes seleccionados, evitando alteraciones no deseadas en la planta.
- No requiere modificar el ADN vegetal: al no ser una técnica transgénica, simplifica el cumplimiento normativo y mejora su aceptación social.
- Facilidad de producción: la reducción del tamaño de los ARN precursores abarata su síntesis y acelera su implementación.
- Aplicación multigen: una sola formulación puede incluir syn-tasiRNAs dirigidos a distintos genes o patógenos.
- Menor consumo de recursos: al usar virus inofensivos y evitar procesos de transformación genética, se reduce el impacto ambiental y energético.
Aplicaciones en mejora de cultivos
La técnica está concebida como una herramienta versátil tanto para investigación como para producción agrícola. En laboratorio, permite estudiar la función de genes específicos sin necesidad de generar líneas mutantes. En campo, su uso permitiría aplicar tratamientos temporales para mejorar el rendimiento, la resistencia a sequía o calor, o proteger frente a enfermedades víricas y fúngicas.
«Este tipo de tratamientos podría aplicarse en cultivos para apagar de forma selectiva ciertos genes de la planta», explica el equipo. «Funcionaría como una nueva generación de vacunas vegetales: se aplicaría un extracto con un virus inofensivo que haría que la planta produzca moléculas syn-tasiRNA eficaces capaces de bloquear al patógeno y evitar la infección».
El sistema ya se encuentra en proceso de patente a nivel europeo, y abre una nueva vía en el desarrollo de herramientas no transgénicas para mejorar la agricultura de forma precisa, eficiente y sostenible.
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