La Unió Llauradora ha denunciado la falta de respuesta por parte de la Conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana a su solicitud de apoyo institucional para establecer un código TARIC específico para la chufa, una herramienta clave para conocer el volumen de importaciones desde terceros países y reforzar la defensa del cultivo valenciano.
Falta de implicación de la Conselleria en el proceso iniciado por el Ministerio
La organización recuerda que el pasado marzo trasladó esta petición al Ministerio de Agricultura, que en abril remitió la cronología y pasos necesarios para tramitar la propuesta ante la Comisión Europea, con fecha límite en marzo de 2026. En ese mismo mes, LA UNIÓ solicitó a la Conselleria que asumiera el liderazgo de la acción, en coordinación con la Denominación de Origen Chufa de València, con el objetivo de recopilar la información técnica, económica y fitosanitaria requerida. Sin embargo, a día de hoy no ha recibido ninguna respuesta oficial.
LA UNIÓ considera que esta inacción institucional pone en riesgo una oportunidad real de dotar al sector de una herramienta eficaz para controlar el comercio exterior, proteger la trazabilidad del producto y garantizar la seguridad fitosanitaria. Para la organización, el silencio administrativo perjudica tanto a productores como a elaboradores valencianos, y exige al conseller de Agricultura que impulse de inmediato la documentación necesaria para avanzar en la solicitud.
Importaciones sin control y riesgos para el cultivo local
Actualmente, la chufa carece de un código TARIC específico y se encuentra incluida dentro de una categoría arancelaria genérica que agrupa distintos tubérculos con alto contenido en fécula o inulina. Esto impide conocer el volumen real de chufa importada, que procede mayoritariamente de países del África subsahariana como Malí, Burkina Faso o Costa de Marfil.
La organización advierte que esta situación genera incertidumbre en el sector y dificulta la toma de decisiones para proteger la producción local. Además, señala que la ausencia de control específico supone también un riesgo fitosanitario: en la actual campaña se ha detectado la presencia de una mala hierba similar a la juncia, cuya introducción podría deberse a semillas de chufa importadas, comprometiendo la sanidad del cultivo autóctono.
Una producción de calidad diferenciada amenazada por la importación
En la actualidad, la chufa se cultiva en unas 600 ha, principalmente en la comarca de l’Horta Nord (Comunitat Valenciana), y genera una producción anual de unas 10.000 t. La chufa valenciana, protegida por Denominación de Origen, destaca por su menor tamaño, dulzura y propiedades organolépticas superiores. Esta calidad es muy valorada por los productores de horchata artesanal, frente a los industriales no inscritos en el Consejo Regulador, que optan por la chufa africana debido a su menor coste y mayor rentabilidad.
Ante esta situación, LA UNIÓ insiste en la necesidad de establecer un código TARIC específico que permita conocer con exactitud el volumen de importaciones, reforzar los controles de calidad y preservar la competitividad del cultivo. La organización considera que el reconocimiento arancelario es una herramienta imprescindible para garantizar la sostenibilidad del sector chufero y de la industria horchatera valenciana.
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