Los productores de patata de la zona NEPG (Bélgica, Alemania, Francia y Países Bajos) afrontan un año de contrastes: tras meses difíciles, la campaña de 2025 se anuncia con una cosecha récord, aunque marcada por un desequilibrio entre la oferta y la demanda que pone en riesgo la rentabilidad de las explotaciones.

En la primavera de 2025 se dedicaron casi 40.000 ha adicionales al cultivo de patata de consumo, lo que elevó la superficie total a 608.000 ha en la UE-4, un 7 % más que en 2024. Basándose en muestras de referencia, el NEPG estima una producción récord de 27,3 Mt, lo que supone un 11 % más que el año anterior, con 2,65 Mt adicionales.

El aumento de la superficie cultivada se explica por la creciente demanda de la industria procesadora, la ampliación de la capacidad de transformación, el alza de los precios contractuales y la mayor rentabilidad de la patata respecto a otros cultivos. Sin embargo, gran parte de la cosecha no podrá almacenarse y decenas de miles de toneladas ya se están destinando a alimentación animal, biometanización o compostaje.

El NEPG alerta de que esta crisis de oferta en 2025 puede convertirse en una crisis de demanda en 2026 si los agricultores no disponen de la capacidad económica para mantener el ritmo productivo. Los costes de producción se mantienen altos y sin señales de reducirse, lo que anticipa una posible disminución significativa de la superficie cultivada el próximo año.

La organización insiste en que la producción debe ajustarse a la demanda y no adelantarse a ella. Para ello, subraya la necesidad de un diálogo más amplio y continuo a lo largo de la cadena de valor, con el fin de compartir perspectivas y evitar disrupciones en el suministro.

El NEPG recalca que, de cara a 2026, es fundamental producir de forma sostenible y en condiciones económicamente viables. El cultivo de patata, cada vez más afectado por el cambio climático, implica riesgos crecientes y mayores costes, además de presionar recursos esenciales como el suelo, el agua y la biodiversidad. Conservar este capital natural, concluye, es condición indispensable para el éxito futuro del sector.