El Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, reunido los días 22 y 23 de septiembre, ha dado un paso decisivo en la revisión del Reglamento de la Organización Común de Mercados (OCM), avanzando hacia la aprobación de una norma que prohibirá que los productos vegetales utilicen denominaciones cárnicas. Términos como “carne” o “bacon” quedarán reservados exclusivamente a los alimentos elaborados con ingredientes de origen animal.
La iniciativa fue impulsada inicialmente por doce Estados miembros, entre ellos España, y posteriormente recibió el apoyo de otros seis países. El objetivo es reforzar la transparencia en el mercado alimentario y proteger al consumidor frente a la confusión generada por productos vegetales que imitan a la carne en apariencia, sabor, textura e incluso denominación.
La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) ha valorado positivamente este avance, recordando que responde a una reivindicación histórica del sector. En un comunicado emitido en junio, la organización ya denunció la proliferación de imitaciones vegetales que usurpan denominaciones tradicionales de la carne y exigió un marketing leal y coherente, respetuoso con el consumidor y con el trabajo de los operadores ganadero-cárnicos.
ANICE subraya que, aunque los productos vegetales puedan tener un aporte proteico, no ofrecen los mismos valores nutricionales que los alimentos cárnicos. Según la patronal, incluso cuando el consumidor sabe que una “hamburguesa vegana” no contiene carne, se le transmite erróneamente la idea de que se trata de un equivalente nutricional.
Marco normativo europeo y nacional
En España ya existe el Real Decreto 474/2014, que establece que las denominaciones de venta utilizadas para la carne y sus derivados se reservan a los productos que contengan carne u otro ingrediente de origen animal como componente principal. Ahora, la Comisión Europea ha abierto un periodo de debate para la reforma del Reglamento (UE) 1308/2013 sobre normas de comercialización de la carne, invitando a los distintos actores a presentar observaciones y propuestas.
ANICE ha trasladado sus aportaciones a la Comisión, con el fin de reforzar la protección de las denominaciones cárnicas y evitar la creación de listas positivas de términos, que a juicio de la asociación generarían inseguridad jurídica.
Etiquetado claro y defensa de las denominaciones
Desde la patronal se ha insistido en que el etiquetado debe reflejar la naturaleza real de los productos. Han señalado que los alimentos vegetales no deben confundirse con la carne ni atribuirse beneficios que no les corresponden. Para ANICE, cada producto debe ocupar su espacio en el mercado: los elaborados vegetales en el lineal de verduras, y los cárnicos en su lugar correspondiente.
La organización considera que no se trata de un debate sobre el consumo de carne o no, sino de garantizar que cada producto se denomine de forma coherente. En este sentido, rechazan lo que califican de “apropiación” de las denominaciones cárnicas por parte de productos vegetales con fines económicos.
La propuesta normativa pasará ahora al Parlamento Europeo, donde continuará su tramitación. Para el sector cárnico, se trata de un paso clave hacia un etiquetado más claro y transparente en Europa, que garantice información veraz al consumidor y proteja la autenticidad de las denominaciones cárnicas.
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