El sector agrario europeo vuelve a alertar sobre el impacto que tendrá la entrada en vigor del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) aplicado a los fertilizantes a partir del 1 de enero de 2026. Organizaciones europeas del sector de los fertilizantes y de la cadena agroalimentaria insisten en que la puesta en marcha del sistema se hará sin tener resueltos todos los elementos técnicos necesarios para calcular correctamente el coste del carbono, lo que generará una fuerte incertidumbre financiera para importadores y agricultores.

A modo de contexto, se recuerda que el CBAM es el nuevo instrumento climático de la UE diseñado para gravar las importaciones de determinados productos intensivos en emisiones —entre ellos los fertilizantes— en función del CO₂ emitido en su producción. Su objetivo es evitar la “fuga de carbono”, es decir, que la producción se desplace a países con normas ambientales más laxas y que entren en el mercado comunitario productos más baratos por no soportar los mismos costes climáticos que los fabricados en la UE.
Incertidumbre por el CBAM en fertilizantes
Las organizaciones valoran que la Comisión Europea y los Estados miembros hayan avanzado en dos piezas clave del cálculo del CBAM para fertilizantes en 2026 —los benchmarks y los valores por defecto— y que intenten introducir ajustes rápidos tras las quejas del sector. Sin embargo, consideran que el problema de fondo sigue sin abordarse: el funcionamiento del certificado de carbono CBAM y de la plataforma específica prevista para gestionarlo.
Mientras esa plataforma de certificados CBAM no esté operativa —algo que, según señalan, no ocurrirá antes de 2027—, el impuesto se tendrá que calcular basándose en el precio medio trimestral del CO₂ posterior al momento en que el importador realiza el pedido del fertilizante. Dado que el precio del CO₂ puede fluctuar de forma significativa en tres meses, las organizaciones advierten de que los importadores no pueden asumir un riesgo financiero de esta magnitud ni fijar precios con seguridad.
Con solo dos de los tres factores esenciales del cálculo del CBAM aclarados, las organizaciones sostienen que la incertidumbre financiera para los mezcladores e importadores de fertilizantes de la UE sigue siendo total. Recuerdan que alrededor del 50 % del suministro de fertilizantes en la Unión procede de países terceros y que, en estas condiciones, muchos operadores se ven frenados a la hora de realizar nuevos pedidos, lo que puede tensionar la disponibilidad de producto de cara a las próximas campañas.
El comunicado subraya que, más allá de la ligera reducción del margen aplicado a los valores por defecto —una medida que se considera positiva pero insuficiente—, no se ha planteado ningún mecanismo para compensar los costes del CBAM que acabarán trasladándose al agricultor. En un contexto en el que numerosos productores de cultivos herbáceos de la UE encadenan ya tres campañas con márgenes muy bajos o incluso negativos, debido al fuerte aumento de los costes de producción desde 2020, las organizaciones consideran esta situación inaceptable y piden una reacción de la Comisión, los Estados miembros y el Parlamento Europeo.
En este contexto, las organizaciones vuelven a pedir de forma conjunta que se posponga la aplicación del CBAM a los fertilizantes hasta que se cumplan dos condiciones básicas. En primer lugar, reclaman que todos los elementos técnicos que determinan el coste del CBAM estén cerrados y permitan una previsibilidad total del precio en el momento de la importación y de la facturación, de modo que los operadores sepan con claridad a qué coste se enfrentan. En segundo lugar, exigen la puesta en marcha de medidas eficaces que compensen los costes del CBAM para los agricultores, evitando nuevas subidas de costes y protegiendo la competitividad de la agricultura europea y de las cadenas de suministro alimentario.
Las organizaciones sectoriales concluyen que la viabilidad de la producción agraria en la UE, la competitividad de la industria alimentaria y, en última instancia, la evolución de los precios al consumidor están en juego. A su juicio, no hay margen para soluciones a medias mientras persista la incertidumbre sobre el impacto del CBAM para fertilizantes en 2026 y no se disponga de un marco estable que permita planificar compras, ventas y márgenes con seguridad.
AIBI – Asociación Europea de Panaderos Industriales
CEFS – Asociación Europea de Fabricantes de Azúcar
CEPM – Confederación Europea de Productores de Maíz
CIBE – Confederación Internacional de Productores Europeos de Remolacha
Coceral – Asociación Europea de Comercio de Cereales, Oleaginosas, Arroz, Legumbres, Aceite de Oliva, Aceites y Grasas, Piensos y Agroalimentación
Copa Cogeca – La Voz Unida de los Agricultores y sus Cooperativas en la Unión Europea
Molineros Europeos de Harina
Molineros Europeos de Harina – Asociación que representa a la industria europea de molienda de trigo, centeno y avena tanto a nivel europeo como internacional
ELO – Organización Europea de Propietarios de Tierras
EOA – Alianza Europea de Semillas Oleaginosas
EFBA – Asociación Europea de Mezcladores de Fertilizantes
PFP – Procesadores de Alimentos Primarios, la asociación para la industria europea de procesamiento primario de alimentos





Si no se deja entrar o se penaliza la entrada de fertilizantes cuya fabricación conlleva altas emisiones de Carbono, también se debería impedir o penalizar la entrada de granos procedente de países que permitan su uso. ¿ o no ?